Lo que canta Elvis Costello en ese post, sin embargo, es el paradigma de canción para cortárselas.
La historia empieza en Hungría en 1933, cuando el pianista Rezső Seress la compuso; según cuenta la leyenda, acababa de romper con su novia:
La letra original de Seress describía una escena apocalíptica de guerra; pero lo que hizo historia fue la letra alternativa del poeta László Jávor (la del vídeo). En esta letra, el punto de vista se individualiza: el narrador, desolado por la muerte de la persona amada, expresa su intención de suicidarse para reencontrarse con ella.
Lo que tiene el Google Translate: te enteras de lo que cuenta una canción en húngaro, aunque esté mal traducido.
Desde el principio, empezaron a correr historias sobre gente que se suicidó tras oír la canción, incluida la antigua novia de Seress. Las historias llegaron a Estados Unidos, donde el tema se empezó a conocer como "The Hungarian Suicide Song" ("La canción del suicida húngaro" o "La canción del suicidio húngara", a saber); las malas lenguas hablan de estrategia de marketing. En 1935 apareció una versión en inglés con el título "Gloomy Sunday" (la traducción literal del título del poema de Jávor):
La versión definitiva en inglés tiene una letra diferente, escrita en 1936: es la popularizada por Billie Holiday en 1941. (La letra está en el vídeo.) En esta canción, se añade un puente y una estrofa donde se cuenta que la muerte del amado y consiguiente propósito de suicidio tienen lugar en sueños: con el amado en realidad vivo, la canción se hace más comestible. A pesar de ello, "Gloomy Sunday" fue prohibida por la BBC.
A partir de ahí, se han hecho incontables versiones de esta canción, aparte de la de Elvis Costello. Aquí algunas de ellas:
Björk la cantó, sin la mención al sueño, en el funeral del diseñador de moda Alexander McQueen, que se ahorcó poco después de la muerte de su madre.
Lydia Lunch también eliminó lo del sueño:
Diamanda Galas utilizó la letra de 1935, más lúgubre. Aquí introduce la canción contando cómo se añadió la parte del sueño a la otra letra, y concluyendo: "Y en aquel momento nació la primera música pop".
La canción ha aparecido en películas: hay una versión instrumental en "La lista de Schindler".
Christina Ricci (en realidad, la cantante checa Iva Bittova) la canta en "Vidas furtivas".
La canción inspiró una película española: "La caja Kovak".
Por cierto: hay una versión en español en clave de tango:
Y una película alemana se inventa la historia: en español se llama "La canción del pianista".
La reputación letal del tema continuó: el cantante de este grupo se suicidó en 1997.
Para colmo, Rezső Seress se tiró por una ventana en 1968.
¡Dejémosnos las venas largas! (y toquemos madera, por si acaso: lagarto, lagarto...)
La película "The Funeral", de Abel Ferrara, arranca con la versión de Billie Holiday sonando como fondo de una secuencia de funeral a la italiana perfectamente sincronizada con la música. Un ataúd lustroso, adornado con un gran ramo de flores blancas, se desliza lentamente dentro del coche fúnebre. Detrás, manteniendo a duras penas la compostura, el cortejo de mafiosos enlutados: nada menos que Christoper Walken, Vincent Gallo y Chris Penn, acompañados de Isabella Rosellini y Annabella Sciorra.
ResponderEliminar¡Una más! Ataúd lustroso, flores blancas, mafiosos enlutados, Billie Holiday... la canción, más ubicua que "White Christmas" o eso parece... ¡Muchas gracias por el comentario!
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