De vivos: Siguiendo con el chico valenciano de la moto del post anterior, preguntando en clase a mis alumnos semipresenciales de este año (aquel fórum de música fue sólo flor de un curso, infelizmente) por la música de ahora que oyen (ahora 2014, o los años 10), un chico me habla de un islandés que ha grabado un disco de versiones a su manera y en inglés de famosas canciones en catalán, como la motera del chico valenciano de la moto. La letra no puede ser más fiel al original; la versión es bastante curiosa.
Y no sólo en catalán: también hace la suya con una, aquí musicalmente más reconocible como Elliott Smith wannabe con armónica que como la habanera original, que también se cantaba en cogorzas gijonesas.
Aunque lo que me ha dejado "de pasta de moniato" es que el islandés hace otra versión sui generis de... ¡"Remena, nena"!
Y volviendo a mis alumnos de este año, no falta la gente cool de Estambul: una me menciona a The National, este año en el cartel del Primavera Sound.
Aunque para cool de Estambul, lo de otra alumna: que, por cierto, tiene una bolsa del Sónar 2013 que aún le dura: la mía se me rompió el día que la estrené de veras, tanto Adidas ni tanta mandanga.
De muertos: Da la casualidad de que se nos fue gente que no ha llegado a cumplir los 40. Primero fue Yago Lamela, el saltador de longitud. Ahora ha sido Malik Bendjelloul, el director de la oscarizada película sobre Rodríguez. Ambos andaban con depresión. Lo de Lamela dicen que fue infarto; lo de Bendjelloul, suicidio.
Lo cual me lleva a otro documental: el de Antonio Vega. La familia se queja porque se le describe como un yonqui. Resulta que, se mire como se mire, Antonio Vega "se dejaba llevar por ti", como decía en una canción por cierto bastante aarg...
...o sea, era un yonqui (además de músico de referencia de la movida de los 80, etc.) Dice Diego Manrique en un artículo que así es España de mojigata: en este país, un Kurt Cobain hubiera muerto de accidente con arma de caza, o una Janis Joplin de exceso de medicación. Habrá que ver el documental para poder opinar, pero una recuerda un In-Edit en el que acabé hasta la coronilla de lo que me pareció una excesiva glorificación del yonquismo, empezando por el tan aclamado documental sobre Chet Baker, que si no me salí del cine era porque su música me resulta maravillosa.
Me acabo de enterar de otro que murió joven: el cantante de Los Negativos, un grupo barcelonés que, curiosamente, conocí en los Estados Unidos, en la radio de Rutgers, con esta canción ("vaya a la norte", decía la presentadora en su español de aquella manera).