La vejez trae consigo un aumento de las visitas a establecimientos hospitalarios, como se desprende del último artículo del Impepinable (¿qué le habrá pasado?) (PD Ataque al corazón, por lo visto.)
Ley de vida: empiezas con el jajá jijí jujú juvenil...
...para pasar a visitar a hermanas, cuñadas o amigas parturientas (si no eres tú la mamá del bebé, claro)...
...y luego a padres que se van consumiendo...
...hasta que te toca a ti.
Y entonces, o tienes la cabeza, el cuerpo y la energía de la legendaria abuela heavy madrileña...
...o te pasa lo que describe el Impepinable en el artículo, que en el mejor de los casos los libros, las pelis y la música que te llevas al hospital te resultan extraños. No parece que estar ingresado por algún achaque senil sea comparable a pasar la rubeola con el mismo Impepinable descubriéndome el "Forever Changes" que a saber si me acompañará con mi achaque al hospital...
En la experiencia del Impepinable en el hospital incluido paso por quirófano, la única canción que "encaja" es "Yer Blues". Vaya, ni me acordaba de lo Cobain que podía ser Lennon. Aquí, en el Rock and Roll Circus de los Stones con una superbanda ad hoc llamada The Dirty Mac: Eric Clapton, Keith Richards y Mitch Mitchell.
No sé yo cómo me encajaría "Yer Blues" estando yo en un contexto similar, pero desde luego, la jota castellana de "Ya no va la Sinda a por agua a la fuente" mientras empujo a mi hasta no hace mucho cantarín padre con Parkinson en silla de ruedas no encaja nada. Ironías de la vida: la siguiente canción fue la última que publicó su cantante antes de morir. De esta no se libra ni la abuela heavy.
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