Hubo unos juegos olímpicos en Londres con apoteosis jamaicana coincidiendo con sus 50 años de independencia. La apoteosis músico-británica con ocasión de la ceremonia de clausura tuvo mucho fantasma (John Lennon, Freddie Mercury, las Spice Girls, Oasis), un David Bowie que, retirado, no se prestó al paripé, y, para rematar, ¡los Who cantando "My Generation"! Eso sí, sin lo de "hope I die before I get old". Que ya les vale a los casi septuagenarios.
Y, para celebrar las victorias, la de "Carros de fuego". Bostezo sonoro.
Mientras tanto, yo vuelvo al Algarve diez años más tarde, con momento Álvaro de Campos y todo. Que también ando de revival.
Una diferencia: el soporte de mi música. Hace diez años, cuando ya había iPod, yo, que soy lo que se dice en inglés una late bloomer, seguía con mi walkman, que reproducía cintas cassette. La banda sonora del viaje fue un disco de João Afonso que tenía grabado en una cara. La otra cara la rebobinaba por norma: era el "Sgt. Pepper's".
Esta vez, llevo un iPod (cuando mi sobrina y el resto del mundo lleva un smartphone) y lo pongo en aleatorio, costumbre esta que puede poner y pone de los nervios a los amantes de los álbumes. Consecuentemente, no tengo "álbum del viaje"; pero sí tengo "canción del viaje".
Pasé por Lisboa, claro; para celebrar mi medio siglo (!!!), hago el guiri con los chicos, y he de confesar que disfruto haciendo el guiri. Primero, fado en la Alfama: los fadistas eran todos hombres, que también hay "fadistos".
Y después, marcha en el Bairro Alto, con oferta varia de música brasileña en directo: la de uno de los garitos se centraba pelín bastante en samba-reggae y Jorge Ben.
Ya que andamos con revivals y edades avanzadas, el canal revival de la televisión portuguesa celebra el 70 cumpleaños de Caetano con un concierto lisboeta de 1981, cuando él era un beibi que aún no tenía los 40 y hacía una música acústica encantadora y una música eléctrica que para entonces sonaba a vieja vieja revieja.
Fuera del continuo revival, especialmente de los 80, también se oían las canciones del disco estrella del verano 2012: felizmente, escapé de Pa-pa-pa-pa-pa-prrrra-pa-pa-paulina y sus Boys, pero no de David Guetta y congéneres...
...ni de la penúltima horteradita brasileira, assim você me mata, ay chupipeo (como lo canta mi sobrina de 6 años)...
Pero entre chupipeo, Guetta y revival, se oye mucha, mucha música portuguesa. Yo, con mi medio siglo y renegando de la radiofórmula que simplemente pone canciones sin la mínima información (cómo se titula y quién la canta), llego a la conclusión de que en España tenemos menos repajolera idea de música portuguesa incluso que de música francesa, fuera de los fados, Madredeus o el tío Zeca de João Afonso. Aquí un grupo indie portugués...
...y aquí una que encontré en la MTV cuyo título pensaba que era el nombre de la chica y decidí que era un estupendo nombre artístico para alguien de pinta gótica, Rosa Sangue.
Y mientras tanto, se nos muere de vieja alguien que no murió antes de hacerse vieja: la que musicó lo que resultó ser un poema dedicado a la primera habanera que obtuvo un carnet de conducir. Hubiera dicho que podría ser el himno hispano-bollo por excelencia: "ponme la mano aquí..."
También en este verano se deja constancia de que hay lugares donde, a estas alturas de vida, el punk sigue siendo subversivo.
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