jueves, 25 de octubre de 2012

Me ha tocado la lotería

Y qué poco oportuna, la lotería.

La lotería se me presenta en forma de acreditación para el In-Edit (by the face, como me escribe una alumna de inglés literalmente). ¡Yupi, yupi! Cuantísimo se agradece, señores organizadores.

Me tocó en un sorteo que se realiza entre los espectadores del In-Edit que depositan su valoración de la película que han visto en las urnas dispuestas para tal efecto en los cines donde se programa dicho festival.

(Mientras escribo el párrafo anterior, voy pensando: Este lenguaje que uso es el anti-inglés.)

Poco oportuna, la lotería, porque me perderé el fin de semana final: me voy a Oporto (y ganas que tengo...)



...tecnobrega. Me espera una película sobre el brega (de las de gratis, ni acreditación ni nada de nada). Yo estoy expectante. Se informará.

Pues el In-Edit cumple 10 años, celebra aniversario y repite pelis, de las cuales habré visto todas si no casi todas: por lo menos, no me pierdo tanto nuevo. El primer In-Edit se hizo a la vez en el Club Helena de Gràcia y en el Johnny de Madrid: ¿qué pasó con lo de Madrid? (PD Por lo visto, se hizo en Madrid hasta 2007.) Me enteré de su existencia en el segundo, que me lo plantificaron en el teatro Principal, justo debajo de mis narices: me hubiera podido traer la butaca y todo, pero la finca donde vivía no tenía ascensor. Me ha pasado con el In-Edit aquello de "la primera vez es la mejor". El teatro Principal lo habían reformado recientemente; era un pedazo de espacio (teatro clásico, pantalla grande); tenía un puesto exterior con zumos estupendos; y había mucho sitio en el vestíbulo para el cóctel post-película, una de las atracciones del In-Edit aprovechando que (el original, el de Barcelona: lo han exportado a otros países) lo patrocina la ginebra Beefeater. (Los cócteles dejan bastante que desear, supongo que por la naranja-mix que le echen, pero van con la entrada.)

Y el programa. Muy díver, lo que pillé: The Rutles, aquellas de blues de Clint Eastwood (la de Elmore James especialmente), la de Mingus, Janis en el tren, Miles en la isla de Wight, Gil Scott-Heron in Washington DC, y un superhomenaje a Fela Kuti, decoración del vestíbulo incluida. El Don't Look Back: repito, no la aguanté, no la entendí, o más bien ambas cosas.

Y especialmente, una de mis películas favoritas de toda la historia del In-Edit: "Habana solo". Está en YouTube en tres partes. Ahí va la primera: a partir de ahí se llega a las demás.



Y "no" cayó encima del puente de los Santos, como suele ocurrir. Recórcholis.

Ganó una con Alí Farka Touré muy traaaaaaaaaaaaaaaaaaaaanqui. No recuerdo la escena que sigue; recuerdo un pueblo en el desierto, mucha arena, una especie de Tombuctú pequeñito: su pueblo. Su pueblo está en el área de Mali tomada por los tuaregs y declarada la república tuareg de su casa, donde islamistas radicales proclaman la sharia y prohíben la música. El hijo de Alí, Vieux, tuvo que llevarse a su familia a Bamako. Y eso es lo más light del tema. Una pena: Mali es un país musicalmente muy potente. Y aunque no lo sea: imagino que, si le cantas una nana a tu niño, se te cae el pelo, o lo que sea con que te castigue la sharia por hacer música.



Otra de las señas de identidad del In-Edit son sus vídeos promocionales. Se montan una peli alusiva a lo que hay y con un tema (una cinta cassette, por ejemplo) como leit-motiv, y se buscan una música de un artista o grupo poco conocido. La de este año va en plan rockabilly y no me apasiona. En contraste, ponían en el Teatro Principal el disco que contenía el tema del In-Edit 2004 durante la espera (con otra de las señas de identidad del In-Edit: el relojito) y conseguían engatusar a incautos como yo: me compré el disco, de un grupo francés llamado Mathis and the Mathematics (el tal Mathis ha residido en Barcelona). El disco, de hecho, es bastante majillo, en plan blues rock. La cancioncita de marras la adopté, no sólo como souvenir.



Y desde entonces, ni hubo In-Edits en el teatro Principal, ni hubo otro tema oficial igual para mí. Si acaso, este:



La 10ª edición se inaugura mañana (hoy) jueves con una película a la que se va con invitación, pero yo este año estoy acreditada, ¡yupi, yupi! Es sobre los setentones cincuentenarios de turno que no se llaman Bob Dylan en gira por Irlanda en el mismo año del Don't Look Back, cuando el que sí se llama Bob Dylan andaba por Inglaterra. Me la pintan como el Don't Look Back rescatado del baúl de los recuerdos y remozado ahora ya. Uuuuuuuuuuuuuuuuuuuuy... veamos mañana (esta noche).



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