2015 ha sido el año con menos entradas en lo que va de blog con diferencia. El caso es que 2015 fue El Segundo Año En Que Me Mudé De Continente (Tras 1985 It Was 30 Years Ago Today), pero igualmente: parece que me está pasando con la música lo que dijo aquel, "ya no siento la pasión".
Desde luego, no espero que me vengan los temblores que me venían de adolescente con ciertas canciones, pero sí encontrar un pretexto para devorar toda la música que me llegue, como lo que me sucedió a partir de la banda del chico que en un momento dado dejó de sentir la pasión y se pegó un tiro. Y entonces yo no era ninguna adolescente.
El caso es que el pretexto no me viene. Ni siquiera en uno de los países más musiqueros del mundo mundial, Brasil. De hecho estoy en las provincias. New Brunswick, New Jersey era las provincias, pero Nueva York estaba al lado y se notaba y se cocía mucha música por la zona, que se ponía en (y aquí el pretexto) la college radio de mi universidad (WRSU, the one and only). Inferno City está al bell mig de América del Sur y lo más apasionante musicalmente hablando son los pajaritos exóticos que cantan por la mañana. Aunque todo puede pasar en uno de los países más musiqueros del mundo mundial: hay una chica del tipo cantora bonitinha que no sólo es del culo del mundo, Mato Grosso, y no exactamente de Inferno City, sino que esta misma cantora bonitinha del Mato Grosso va y hace un dúo con Ben Harper. (Eso por no hablar de los de la Lucifernandis, que son de Goiânia, justo al lado, salvando las enormes distancias.)
Tengo una emisora de radio que pongo habitualmente (Rádio Senado, sintonizada com o Brasil), pero la música que ponen, muy bonita por cierto, consiste básicamente en melodías brasileñas de ayer y anteayer y alguna de hoy. Un poco como aquel programa de WRSU de los sábados por la mañana donde mezclaban a Benny Goodman con Black Flag, sólo que no hay equivalente de Black Flag. Y así, me entero de cierta brasileña ganadora de un Grammy Latino (algo nada underground, vamos) por la revista de la aerolínea con la que vuelvo a casa por navidad como los turrones.
El disco en cuestión es variadito pero con un punto retro, y no sólo por la cita al "Funky Town" de la canción anterior. En el campo pop-rock mayoritariamente anglocantante, el punto puede llegar a ser más retro que la banda de tributo a los Panchos. Cabezas de cartel del Coachella 2016: Guns'n'Roses (y LCD Soundsystem; ¿hace el tipo el concierto de despedida y el documental para regresar como los Gansos Rosas y etc etc?). Álbumes del 2015: el álbum de regreso de la banda noventera Sleater-Kinney apareció en los discos del Rockdelux de "lo mejor de 2014" y "lo mejor de 2015". El de Sufjan Stevens: Nick Drake murió hace 40 años, Elliott Smith hace 12, y no lo parece.
Lo que sigue podría haber salido hace 30 años o al menos 20.
Me entero del último de Yo La Tengo por Mike Appelstein (en WRSU hace 30 años), lo cual no podría ser más apropiado. Resulta ser un disco de versiones. Como aquel otro que hicieron hace 25 años o así.
Discos que van promocionando hasta la extenuación: El último de Adele. El último de Coldplay. El último de Bowie. Sonoro bostezo.
Y en esto que se nos muere Bowie a nada de salir el disco. Me entero esta mañana y me quedo conmocionada. Qué callado lo tenía. Tal vez quería que el disco fuese su modo de despedirse del mundo.
Se nos están yendo todos los que nos formaron musicalmente e incluso vitalmente, también a los musiqueros actuales. A finales de año se nos fue Lemmy el de Motörhead: un recalcitrante, al contrario del mutante Bowie, pero con mucho carácter (y mucho humor). De hecho, recuerdo a Motörhead con un Lemmy sesentón en el Primavera con mucho cariño. Como Bowie, murió pocos días después de su cumpleaños. Y como Bowie, murió con las botas puestas (Lemmy haciendo bolos hasta que no pudo, Bowie sacando un álbum con el cáncer de hígado que le mató). Aquí una canción que no va sobre mí en 2015.
Lo he dicho en otra entrada por lo menos, pero parezco los viejos que cuando apareció el rock and roll decían que como Sinatra, nada. Sólo que echo en falta que haya en el pop-rock actual personalidad años 10 en lugar de lo que creo que fue Simon Reynolds que llamó "estilo sin historia", ese mejunje donde todo quiere sonar a época pasada simplemente porque mola. Necesitamos Bowies: gente que se reinvente y apunte al futuro. Aquí Ziggy Stardust versionea a su manera "La mort", de Jacques Brel, en su concierto de despedida.
Feliz y apasionado 2016.
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