jueves, 9 de mayo de 2013

Se van librando...

La Pantoja se libra, va de bolos y agota las entradas. La infanta estuvo imputada, quién la desimputará, el desimputador que la desimputare buen desimputador será.

Pero has de ser infanta para que te desimpute el buen desimputador. Desafortunadamente, la igualdad de todo humano ante la ley no ha dejado de ser una mera entelequia.



La siguiente que igual, tal vez, se libre de un buen puro es Ana Torroja la ex-Mecano, acusada de evasión de impuestos y fraude fiscal.



Menor puro, pero puro también, le van a meter a Lauryn Hill la ex-Fugees, también por no pagar a Hacienda.

Lo cual es lo último que he oído de Lauryn Hill en años. Lauryn Hill hizo uno de los discos más sobresalientes de música popular de los años 90, incluida toda la música popular de los años 90, que fue una década estupenda en cuanto a música popular: su grammyficado primer disco en solitario. Después graba el disco del concierto desenchufado de la MTV, que, bueno, no está mal, pero es de difícil escucha: es un álbum doble de canciones deshilvanadas entre perorata y aún más larga perorata donde ella se muestra desquiciada, deprimida y desencantada con la industria (a lo que probablemente contribuyera que la llevaran a juicio unos colaboradores por apropiarse ella de toda la autoría del grammyficado disco). Para luego dedicarse a la cría de nietos de Bob Marley, cinco (más un hijo de otro padre, y ya son seis, después de que el hijo de Bob padre de los de Lauryn se liara con una modelo brasileña; Lauryn estaba embarazada del tercero cuando grabó el desenchufado). Para, por lo visto, mantenernos a la espera del álbum que no llega hasta que sus problemas con Hacienda le obligan a grabarlo: hay un adelanto que, bueno, no. Mejor acordarnos de lo fantástica que fue antes de decidir que no le daba la gana contribuir al erario público.



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