Alguien de la organización del In-Edit, posiblemente el director, presenta la película de Martin Scorsese sobre George Harrison diciendo que "es un documental de Martin Scorsese: con eso está dicho todo". Para, a continuación, ponerse a hablar del enfoque del In-Edit hacia documentales con tratamiento diferente; el de Scorsese, un "documental clásico", no se cuenta entre ellos.
Pero vamos a ver: ¿no estabas presentando la película de Scorsese?
Para más inri, yo acababa de salir de una película sobre el cruce de los caminos de David Bowie, Lou Reed e Iggy Pop que dio como resultado "Ziggy Stardust", "Transformer" y "Raw Power". La película era convencional hasta decir basta (narrador contando en voz en off con entrevistados diciendo la suya) y no cuenta más de lo que cuenta la Wikipedia. ¿Para eso hacen documentales musicales, para contar lo requetecontraredicho? Lo destacable se reduce a: a) la impagable pinta de Caperucita desdentada de Jayne County, y b) la personalidad arrolladora de Angie la ex de Bowie.
Y la de Scorsese fue, como bien dijo el presentador, un documental de Scorsese. Pero, ay, no como el de Dylan.
Scorsese ni tiene, ni tuvo, ni tendrá, límite. La película dura más de tres horas, con intermedio como "Lo que el viento se llevó". Lo que muestra no pasa de ser un relato más personal de lo que cuenta la Wikipedia. El retrato de Harrison se limita a lo archisabido, con media película dedicada a su período con los Beatles y la otra media dedicada a sus discos espirituales post-Beatles (obviando el nada espiritual pollo de "My Sweet Lord", claro)...
...y después el resto de su vida, es decir, sus mujeres, el concierto de Bangladesh, los Traveling Wilburys, "La vida de Brian" y "The Rutles", el ataque en su casa, y el cáncer que lo mató. Conclusión: George Harrison tenía dos caras: la espiritual Hare Krishna, Hare Krishna, Krishna Krishna, Harry Georgeson, y la material de sus coches, su mansión victoriana, y la anécdota que inicia la película según la cual el compositor de "Taxman", ya enfermo de cáncer, se compró una casa en Suiza para eludir al "taxman" de su país (¡y eso era motivo de admiración por parte de quien contó esta anécdota!) Pues vale. No me salí del cine no sé por qué. Además de demasiado poco ilustrativa para tanto metraje (entre lo cual, mucha foto), un pestiñazo mortal de necesidad. Ya lo decía Gracián: lo bueno, si breve, dos veces bueno, y lo malo, menos malo.
O sea, que empezamos bien. Igualito igualito que el año pasado, con la película del superconciertazo de despedida de Ziggy Stardust para comenzar.
Este es el tema que llevó un jovencísimo George Harrison a la audición para el grupo que en el futuro se conocería como los Beatles.
Y aquí un tema de George Harrison que fue un hit en aquellos tiempos en que hice el BUP y había maquinitas de poner discos en los bares.
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