La presidenta de Brasil llama al mundial de fúmbol 2014, que ha comenzado hoy, "a copa das copas".
Lo cual me recuerda aquella canción de la sopa das sopas.
En el país del mundial 2014 (y la olimpíada 2016) hay descontento. En el de los campeones del mundo de fúmbol de hace cuatro años, hay mucha abdicación (ya se emplea el término hasta con Pere Navarro el ya ex-líder del PSC) y mucha gana de referéndum (como si la república, española o catalana, fuera la panacea para nuestros males nacionales, españoles o catalanes...) ¡pero llega el fúmbol! ¡Los duelos, con fúmbol son menos! (o no...)
La canción oficial, infelizmente, ni es brasileña (a no ser que Pitbull y Jennifer López hayan solicitado la nacionalidad: Olodum se queda en featuring) ni es el Waka Waka, la canción redondamente pegadiza hasta decir basta de hace cuatro años. La alternativa de Shakira la Waka Waka tiene intro de Carlinhos Brown: Carlinhos se queda en featuring y la canción se queda en publicidad de una conocida marca de yogures con bífidus activo.
Y en cuanto a la música brasileña do Brasil brasileiro do Brasil, tema copa das copas... pena que no salpique al mundo mundial. Pero supongo que lo mismo pasó con Sudáfrica hace cuatro años: échale la culpa a la vuvuzela...
Aquí una horteradita axé Bahía, ya que la Roja, oé, se reencuentra con Holanda cuatro años más tarde en Salvador de Bahía. (Por cierto: el entrenador de Holanda ¿no fue entrenador del Barça en tiempos?)
Por lo demás, ya que Caetano se ha vuelto un icono hipster con su actuación en el Primavera o algo así, a la vejez viruelas, resulta que aquí me llevé una grata sorpresa con la Sílvia Pérez Cruz y el Raül Refree (con sus dos apellidos, Fernández Miró, emulando a Francis Albert Sinatra en su disco de colaboración con António Carlos Jobim) y su bellísima versión de este bellísimo original:
Y en Brasil, hay protesta musical que suena bonita como o jogo bonito. Mientras tanto, en España tenemos a Nacho Vegas hablando de antisociales apolillados que compran el ABC, policías nacionales torturadores sin más estudios que los de la oposición a policía, e "hijas de la Transición" con arma en el cajón de las bragas.
Aquí va una canción protesta brasileña que habla del abismo entre Brasiles. Nada que ver: se trata de problemas de la gente (escuelas, hospitales), no de estereotipos arquetípicos (y suerte del personaje de Nachín, el cantante que se cree especial: la autoparodia hace más tragable la canción de Vegas).
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