miércoles, 25 de noviembre de 2009

Ando de revival...

...y me encuentro con este videoclip. Es de una canción de unos noruegos que se llaman Röyksopp. La canción ya tiene unos años (y uno tiene que tener años para andar de revival).

A poder ser, póngase en pantalla entera en alta definición. El videoclip en cuestión lo hicieron unos animadores franceses y cuenta un día en la vida de una londinense: recuerden, el grupo es noruego.

Con productos como éstos, que viva la globalización y los Erasmus.

(P.D. El videoclip es de 2002, hace una eternidad si hablamos de pop y aún más si hablamos de Internet. Hay varios revivals más añosos y canosos a cuenta de las re-ediciones navideñas del Bleach de Nirvana, it was twenty years ago today, y el London Calling de los Clash, it was thirty years ago today. Como decía aquél, "el tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos...")


martes, 10 de noviembre de 2009

"Del halo al anonimato"

Este es el título del artículo de Diego Manrique que salió en el País de ayer. Dice que no hay entrevistas a Michael Jackson en "This Is It" porque no tiene sentido que las haya, y habla del "efecto halo" según el cual cuando una persona es brillante en una faceta se infiere ipso facto que es brillante en todas, y así nuestros ídolos pop tienen que explicitar su supuestamente brillante opinión sobre la deuda externa, el medio ambiente, u otros temas muy sesudos. Y de ahí estos Bonos.

Yo, sin embargo, sigo echando de menos al Michael Jackson no "entertainer" en "This Is It". Verle aunque sea en una distendida conversación durante la pausa del café, o siquiera una mención a los hijos por el móvil. Y aquí da comienzo la parte "asociación de ideas":

Ayer vi la que resultó ser la ganadora del In-Edit de este año. El In-Edit es un festival de documentales musicales que se hace en Barcelona por la "castañada", "magosto" o "Halloween", llámalo equis. Este año no he tenido suerte con el In-Edit; me coincide con un estupendo viaje a Italia y me he perdido algunas que me interesaban. Entre las que he visto, para más inri en un cine incomodísimo muchas de ellas, encuentro muy poca chicha: si acaso, la entrevista con Phil Spector, que, a pesar del morbo de a) ver hablar a un friki acusado de asesinato, y b) ver actuar a Tina Turner con su blusa transparente y sus tres bailarinas, entra en la categoría "hagiografía". (También anda la categoría "autopublicidad", con la historia de Island Records como ejemplo.)

Pero, a lo que iba. Ayer, después de una muy decepcionante venta de música brasileña a gringos llamada "Beyond Ipanema", me toca "Still Bill", una película sobre Bill Withers, el autor y cantante de esta bella tonadilla (la película es "Notting Hill"):



Bill Withers es un tipo que nació en un pueblo minero, se fue a la marina, se dedicó a hacer wáteres para aviones, y un buen día, con 32 años, decide que se dedica a la música, y como primer single, la primera en los morros, saca "Ain't No Sunshine". En esto que el tío, independiente a la par que discretamente, va haciéndose con una serie de hits, y en 1985 decide pasar del halo al anonimato: dejar el negocio (aunque no dejó de tocar y componer) y dedicarse a la familia.

La película le muestra con 70 años hablando de su vida, no del planeta ni del conflicto árabe-israelí. De ahí la asociación por contraste con lo nada que se muestra Michael Jackson (the person) en su peli. Entre otras cosas, me asombra que fue tartamudo hasta los 28 años: habla pausado pero seguro. Tiene mucha gracia: le dicen que es un ejemplo de músico íntegro y honesto que no se ha vendido, y a esto responde que, bueno, todos somos empresarios del espectáculo, y la mayor alegría que se lleva un empresario del espectáculo es cuando tiene que colgar el cartel de "vendido". A todo esto, él no cede ante nadie: se niega a seguir la moda por la que los artistas negros tienen que bailar y llevar bailarinas detrás.

Por encima de todo, se hace querer. La parte de Sting, etc. haciéndole la hagiografía es un pegote que sobra, pero la película se merece el premio. Aquí el trailer:



Y en esto llega la bomba en forma de "Soul Power", el documental sobre el festival Zaire 74, organizado con motivo del combate por el campeonato del mundo de los pesos pesados entre Muhammad Ali y George Foreman en Kinshasa. Otro festival que estuvo a punto de no ocurrir: tantas complicaciones surgieron que uno de los organizadores preguntaba directamente, "What's the problem?" Pero (milagrosamente, por lo que se ve) ocurrió, con actuaciones a cual más espectacular de:

por parte de África, los legendarios rumberos congoleños Franco y Tabu Ley; Manu Dibango el de la "makossa" que usó Michael Jackson en "Wanna Be Startin' Somethin'"; y la "Mamá África", Miriam Makeba la del "Pata Pata"... (lástima que no está la película ni en YouTube ni en similares; lleva un peinado indescriptible, que se puede ver fugazmente en el trailer.)



por parte del Caribe pasado por Nueva Yol, Celia Cruz con la banda de la Fania... y por parte de los EEUU, entre otros, Bill Withers (el mismo), BB King, y la estrella del festival, Jaaaaaaaaaaaaames... Brown! (la estrella de todo el evento, no obstante, es Muhammad Ali en plena militancia black power.)

La película empieza con un mazazo en los morros ante el que sólo puedes reaccionar bailando (cosa que en un cine no se hace): James Brown, a sus 41 años, con toda su pinta de macarra, moviéndose de manera imposible y cayendo con las piernas abiertas mientras canta "Soul Power". Efectivamente: "this" is it.

Aquí el trailer.