lunes, 7 de noviembre de 2016

Hay más vida en el planeta

Pues no todo fue monotema en el In-Edit del monotema (grandísimo bostezo). Aquí algunos ejemplos de música no punk:

Lee Morgan, trompetista de jazz que comenzó muy joven con Dizzy Gillespie y continuó con Art Blakey, y se enganchó a la heroína hasta tal punto que, cuando le conoció su mujer no tenía ni abrigo ni instrumento porque los había empeñado para matar el mono, aparte de que tenía la reputación de no aparecer en los conciertos. Ella, una viuda con dos hijos que se estableció en Nueva York, se dedicó a ir a los clubs de jazz y les invitaba a comer a su casa a los músicos, le sacó a Morgan de la heroína, le cuidó, le consiguió bolos, y en esto que ella se entera de que él le está dando a la cocaína y tiene una relación con otra mujer, y un día va a un club donde él toca, le encuentra con la otra, y tienen una disputa que culmina con ella matándole de un tiro; tenía 33 años. La película con la historia de Morgan y su mujer es la que gana el In-Edit de este año en el apartado internacional (en el nacional, ganó la película sobre el punk madrileño). Me sirvió para recordar la maravillosa música de él.





David Helfgott, pianista de música clásica en cuya vida se basa la película "Shine". El típico tema del genio loco, pero en este caso es una locura alegre: Helfgott es simpático, saluda a todo el que ve (de ahí el título del documental), y disfruta como un niño pequeño de la música, con una pasión que contagia a toda la orquesta sinfónica de Stuttgart, con la que actúa (Rachmaninov sin partitura: canturrea según toca). Y también tiene una mujer que le cuida pero a la que no se le cruzan los cables: tiene mucha paciencia con él, o más bien es amor ("hace que mi corazón cante", dice).





Yo-Yo Ma, violoncelista estadounidense de origen chino, con su proyecto The Silk Road Ensemble: en 2000 junta a gente inicialmente de países de la Ruta de la Seda que toca instrumentos típicos de sus países, y el proyecto continúa a pesar del impacto del 11-S. Sorpresa: ahí anda la gaitera Cristina Pato. Son músicos afectados por los cambios en sus países (la revolución cultural china, los ayatolás en Irán, la guerra en Siria), la emigración y el desarraigo, la incomprensión ante una propuesta musical no purista. El documental no es tan cursi como lo pinta el trailer.





sábado, 5 de noviembre de 2016

No future

Hace 30 años, it was 30 years ago today, un amigo que me enviaba cassettes como si fueran cartas me grabó este spot publicitario imaginario: 


Pues eso es lo que me viene a la cabeza con el In-Edit de este año. El cual está especialmente dedicado a los 40 (o sea, 10 + 30) años del ¡Punk!


La contracultura se convierte en cultura oficial, lo subversivo en estándar. La camiseta de los Ramones en ropa de temporada del H&M. O como dijo creo que Wayne Kramer, o tal vez era John Sinclair, en esa historia oficial (léase sarta de topicazos) del ¡Punk! llamada "Punk Attitude" (Don Letts, quién le ha visto y quién le ve), la escandalera que se montó cuando MC5 dijo lo de motherfuckers sería incomprensible ahora que todo el mundo dice motherfuckers hasta en el horario de máxima audiencia de la MTV.



Y mientras tanto, se vislumbra el concierto del 50 aniversario del disco del plátano: aquel donde esa banda de la que ahora solo quedan dos se atrevía con el sadomasoquismo y con esa sustancia cuyo nombre empieza por H y que, según parece, aún es tabú mencionar en España. Ejemplo de esto último: hemos visto una película sobre Parálisis Permanente que resultó ser una especie de publirreportaje de la gira de Ana Curra performing "El acto". La Curra es muy buena. Tiene un carisma y una pasión tremendas y una banda potentísima. Pena que se dediquen al performing. Obviamente, se hablaba de Parálisis y de Eduardo. Pero la palabra que empieza por H no se menciona en ninguna parte: en su lugar, se menciona el eufemismo de "vivir peligrosamente como Keith Richards". Que es más rancio que el anuncio imaginario de mi amigo sobre la enciclopedia del ¡Punk! Vamos, hombre, que no nacimos ayer. Y hablamos de algo que, directa o indirectamente (por la vía del SIDA, pero no solo), mató a un buen número de gente en la época de la movida.



Por otra parte, el In-Edit de los 40 años del ¡Punk! nos ha dado la inmensa alegría de volver a ver "The Filth and the Fury", la historia de los Sex Pistols narrada por ellos mismos, con todos sus granos y moratones además de un contrapunto shakespeareano, ya que casualmente estamos en el año Shakespeare. Con el contexto histórico de una Inglaterra convulsa donde una clase obrera empobrecida, en paro o ambas cosas no tenía nada que ganar, ni que perder. No future for you. Y en esto llegó la Thatcher.

Y se menciona el jaco. Con todas sus letras: j-a-c-o. No solo de pasada en relación con la muerte de Sid Vicious. Sin cargar las tintas, que no hace falta, pero sin obviar su obvia existencia ni adornarla con eufemismos sobre vidas peligrosas como la de Keith Richards. Por cierto, el director, Julien Temple, presentó en este In-Edit un documental donde Keith habla de su vida antes de encontrarse con Mick Jagger en un tren y el resto es historia. Las imágenes del documental le dan en cierto modo un regusto a falso, pero Keith el rolling setentón es un narrador bárbaro con un enorme sentido del humor, y eso salva la película.



La otra película española que cayó es el resumen de un trabajo ímprobo (7 volúmenes... esto... episodios) sobre la historia del punk en Madrid, desde Kaka de Luxe hasta el asociado al movimiento okupa. Donde, por cierto, sale Ana Curra hablando de cuando murió Eduardo y la posterior época oscura cuando usaba "la droga como analgésico": ninguna de esas palabras empieza por H, ni por J. Tras la proyección, hay un debate donde llega un punto en que uno de los participantes dice, en el In-Edit de los 40 años del ¡Punk!: "Estoy harto de revisionismo histórico".

Yo también. Tanto mirar al pasado da la impresión de ausencia de futuro. No future for you.

¿Que no quiero caldo? Pues quedan dos tazas de revisionismo histórico para el tute del domingo: una de la época ("Jubilee", de Derek Jarman) y una de ahora ("Gimme Danger", de Jim Jarmusch).



No todo son los 40 años en cuestión. Hoy, por ejemplo, cayó una sobre el Mali actual. Un país donde, a cuenta de la invasión yihadista en el norte, lo subversivo, tan subversivo que se la juegan, es tocar música. Eso, en un país tan musical como Mali, es como una prohibición de respirar. A través de las canciones se denuncia desde la represión yihadista hasta la ablación del clítoris. Y luego dicen del punk. 




jueves, 13 de octubre de 2016

Nobel de Literatura 2016

En este annus horribilis para la música con tanto fallecimiento, una buena noticia, para variar: Bob Dylan se lleva el Nobel de literatura.

Y hay quien comenta que cómo ha decaído la cosa: hoy Dylan, mañana Justin Bieber, por ejemplo. Lo cual es muestra de que cierta canción cincuentenaria del flamante Nobel, de cuando tampoco se entendía su adopción de los instrumentos eléctricos y el lenguaje del rock, sigue vigente: "Something is happening here but you don't know what it is, do you, Mr Jones?"

Nunca va a llover a gusto de todos, claro, pero que Dylan se dedique a la música popular no debiera ser óbice para reconocer la poesía que habita en sus letras. Tampoco es el único. Dos ejemplos de músicos populares que podrían llevarse un Nobel de literatura: Leonard Cohen y Chico Buarque.

Como esto va de Nobel de literatura (y no de Grammy latino a Borges, o Grammy a secas a Murakami, por aquello de "Norwegian Wood"), aquí unos vídeos con letras de canciones de Dylan. Varias versiones: no es nada fácil encontrar originales con letras porque al recién laureado no le hace maldita la gracia que aparezcan sus canciones por ahí. Igualmente, ¡felicidades!











viernes, 2 de septiembre de 2016

Que 25 años no es nada...

Noticia musical a mi vuelta a Barcelona: 25 aniversario del Out of Time (o sea, Losing my Religion, Shiny Happy People).



Lo cual quiere decir:

25 años de mi llegada a Barcelona, cuando el curso olímpico barcelonés (BCN 1991-92, ya que hemos estado con playlists: la playlist de aquel curso, no exactamente así, ocupaba una cara de una cassette y no contenía ni el "Out of Time" ni el otro superhit del año, que viene después. Se nota que me comía mucha Ruta 66 y que la radio Rutgers, the one and only, aún estaba reciente).

25 años del disco que fue el superhit del año con el Out of Time. De hecho, este disco va para 26, pero tanto este como el otro tenían el don de la ubicuidad en el curso 1991-92.



(Por cierto: en Brasil se oía, 25 años más tarde, aquella de quem dera ser um peixe...)



25 años del Bandwagonesque, disco bonito con portada fea. Otra noticia: 25 años más tarde, los del Bandwagonesque están a punto de sacar nuevo disco. Aquí un adelanto...



...pero, aunque se parece, no es lo mismo.



25 años del Nevermind. Carlos Gardel: un gran filósofo.



PS 25 años sin Freddie Mercury. Hubiera cumplido 70 años el 5 de septiembre. Aquí con Bowie, qepd también.



domingo, 21 de agosto de 2016

CGB 2015-16

En el curso olímpico 1991-92 empezó a darme por grabar cassettes con la banda sonora del curso en cuestión, que llamaba BCN 1991-92, BCN 1992-93... La venada me duró toda la década de los 90: la última cassette de la serie era BCN 2000-01 o tal vez 2001-02 (creo recordar que llegaron a caer los Strokes en una de esas cintas), y entonces las cassettes pasaron a la historia y empezaron los CDs, que eran más monográficos que banda sonora del curso, aunque hubo también cassettes monográficas en los 90, y es que ya empezaba a llevar mil años en BCN y luego vino el iPod y luego el blog y lo de repartir soporte físico también pasó a la historia.

Pero a lo que iba. Las cintas del curso no llevaban necesariamente lo último de lo último: el "Berlín" de Lou Reed no fue exactamente la más rabiosa novedad del 91, por no hablar de Mozart en el 94: eran la banda sonora del curso, y en el 94 era Mozart de camino al trabajo, el "Live Through This" y los dos Kurts, Cobain y Weill, todo junto y revuelto. Seis olimpíadas más tarde y 15 años o así después de parar con las cassettes, me veo haciéndome una playlist del curso cuando toca a su fin, como en los 90 cuando hacía las cassettes.

Porque este año ha sido muy especial: país nuevo, trabajo nuevo, ciudad nueva (por primera vez en 25 años, no se trata de BCN), gente nueva, vivencias nuevas, lugares nuevos. Añádase que el país en cuestión es una superpotencia musical de primera magnitud, que la Inferno City donde me ha tocado vivir está lejos de las rutas turísticas habituales (vale, está el Pantanal, que es básicamente Guirilandia o, como dirían aquí, Gringolandia...)


...y el año ha sido superintenso de supertrabajo y superexperiencias superestupendas y ha pasado supervolando y ya llevo un tiempo con saudades antes de irme de veras tal que ya, y de ahí la playlist.

Como es la banda sonora de mi año olímpico en el salvaje Centro Oeste brasileño (y luego hablan de California, Nevada o Washington), a) no pongo nada que no sea brasileño (así que fuera el Kanka, el Camarón o la PJ Harvey, por poner unos ejemplos de este curso) y b) tiene que haber sertanejo por fuerza. Tampoco he puesto música de la que me he enterado en España, o sea, por los elefantes, como el disco de versiones que hizo Marisa Monte a lo largo de su carrera, entre las cuales esta de un tema de Pixinguinha que si no es himno nacional de Brasil poco le falta...



...u otra fantástica versión de Pixinguinha, esta vez con letra añadida y a cargo de quién iba a ser si no, tratándose de chorinho y fútbol: nótese el acento "portuga" del presentador.



Pues ahí va la lista de canciones de la playlist:

Milton Nascimento, "Os tambores de Minas". Mi primer viaje de trabajo fue a Belo Horizonte, una ciudad que me sorprendió muy agradablemente. Por cierto, me acabo de enterar de que el complejo de Pampulha ya es patrimonio de la humanidad.


Para dar la noticia en el "Feisi" (abreviatura de "Feisibuqui") busco  una canción sobre Minas Gerais y me encuentro con esta de probablemente el mineiro más famoso junto con el queso de Minas. Sólo que los tambores de Minas, me entero posteriormente, son realmente de Maranhão.

Tiê, "A noite". Primer flechazo musical brasileño 2015-16, sólo que resulta ser versión de una canción italiana.

Marcos & Belutti, "Domingo de manhã". "Funkin'" sertanejo. Sólo que a esta le he cogido cariño.

Alceu Valença, "Anunciação". Una canción de hace 33 años pero que a finales de año pasado se oía en todas partes, incluyendo todas partes. ¿Andaba en una telenovela? No sé. He estado sin tele, y no la he echado de menos hasta ahora con los juegos olímpicos.

Maria Gadú, "Oração ao tempo". No he sido fan de la Gadú pero esta canción originalmente de Caetano me la encontré en el desayuno en Belo Horizonte y me quedé con ella. A raíz de lo cual me compro el último de ella y como que no le cojo el punto.

Por cierto: si venimos a Brasil con euros o dólares, no hay excusa para no comprar música. Las novedades salen a 25 reales, unos 7 euros; los de la sección de gangas salen a 10 reales, unos 3 euros o menos.

Samuel Rosa y Lô Borges, "Trem azul". Otra mineirada: versión de la del clásico Clube da Esquina, con el Lô Borges del disco original y el cantante de Skank, más mineirío. Me pareció oír que en BH (capital de MG, no bicicleta; MG es Minas Gerais, no queso) hay un museo del Clube da Esquina con un bar que llevan los Borges. La versión no es mejor que la original o la de una Elis Regina pasada de farlopa, pero cuando la oigo en la radio (Nova Brasil FM, moderna e brasileira), me pongo a cantarla como una posesa. No he puesto a Skank en la playlist aunque bien podría: esta la ponen en el aguagym. Pero la tengo asociada a otro año (y creo que la he puesto en otro lugar del blog pero igual da).



Roberta Campos, "Casinha branca". Sorpresa: esta la han cantado tropecientosmil, incluida la Bethânia. Esta es la versión original, de 1975.



La canción trata de la fantasía de la vida campestre, que no deja de ser una fantasía: eu queria ter na vida simplesmente um lugar de Mato Grosso... esto... mato verde... Y la versión de Roberta Campos, otra cantora bonitinha, es una monada.

Ludmilla (la funkeira anteriormente conocida como MC Beyoncé), "24 horas por dia". Venga chu, chá, chá, chu-chá. El funk (en el guiri conocido como baile funk) es todo lo que dicen que es, lo admito. Pero una reconoce su horterez y la ex-Beyoncé carioca me hace mucha gracia.

Céu, "Perfume do invisível". Aquí la modelnilla de la lista. No la he oído por ahí. De hecho, me he enterado de su existencia por la revista de la Tap, que es como si me enterara por los elefantes. Va de electrónica post-chill-Brazil con melodías con ciertas influencias robertianas (sector Roberto Carlos) y colaboración del mulato con afro a lo Hendrix de Boogarins (los goianos psicodélicos de "Lucifernandis"). El descubrimiento del año.



Jeferson e Alex, "De volta pra Rondonópolis". La canción é bem Mato Grosso, que decían aquellos, y tiene una de esas letras geográficas que va siguiendo el camino de São Paulo a Rondonópolis (MT, que es Mato Grosso, porque MG es Minas Gerais). No he visto Rondonópolis: vi el edificio del centro de formación de profes, un restaurante mineiro y un atasco de camiones de tamaño yo para ser feliz quiero un camión, tanto a la ida como a la vuelta. Pela três meia quatro que da no seu coração.


Seu Jorge, "Felicidade". El de las versiones de Bowie, qepd, viene con una oda a la felicidad que da mucha alegría. ("La felicidad es colarse en el concierto de Caetano y cantar el Odara hasta el amanecer").



Fernanda Abreu, "Outro sim". Dichosos los ojos y las orejas. Milenios hacía que no sabía nada de la Rio Quarenta Graus y hete aquí que me la encuentro en las Lojas Americanas, que sería como si me la encontrara en el Alcampo. Pero es que, además, el disco, de este año, es estupendo. Otra sorpresa: colabora Afrika Bambaataa.

Zélia Duncan, "Enquanto durmo". Otro feliz reencuentro, esta vez en Nova Brasil FM. Sólo que la canción es del 96: ya llovieron varias chuvas do caju e chuvas da manga desde entonces, ella fue Mutante cuando la reunión de los Mutantes, etc. y el año pasado hizo un disco de sambas.



Zé Neto e Cristiano, "Seu polícia". Otro hit del sertanejo de la temporada. Que yo me he encontrado canturreando repetidamente. Confieso.

Tetê Espíndola, "Na Chapada". La Kate Bush de Mato Grosso do Sul (MS) canta las bellezas de la Chapada dos Guimarães (MT). La canción no le va a la zaga en belleza. Me llegó por el Feisibuqui a través de un amigo brasileño.


Por cierto, aquel del saca tu Lois a la calle cumplió este año 80 y también es de Mato Grosso do Sul además de madrileño transplantado como la mayoría de los madrileños.



Daniel de Paula, "Lufada em viola-de-cocho". El violero de cocho de MT y su bella música que parece paraguaya u otra cosa pero también es brasileña.

Vanessa da Mata y Ben Harper, "Boa sorte". Cuando se internacionaliza el Mato Grosso, se internacionaliza bien internacionalizado. Una gran canción de desamor donde las dos melodías y los dos idiomas se cruzan y entrecruzan. De hace casi 10 años. Qué out que estoy.

Walmir Borges, "Meu amor". Versión desenchufada del tema porque la otra no está en YouTube. Esto va de arambí tropical. Que aquí ha habido mucha afición a la música de Stevie Wonder desde que yo recuerde, y suma y sigue.

Jorge Vercillo, "Acontecência". Más arambí. Un tema que se te pega y también terminas cantando.

Tim Maia, "Não quero dinheiro". Tim Maia está en todas partes. Está en el aguagym. Está en Burgos: llevaron el biopic sobre su vida a un festival de cine brasileño que pasaba por Castilla y León. El biopic, como el de James Brown: muestra un tipo embrutecido, politoxicómano e irredimible salvo por su música, en la que, como James, es un genio. Lo de siempre con los biopics, vamos.



Roberta Sá, "Mais alguém". La bahianada de turno en un año donde parece que no ha habido bahianadas ni en Bahía (lo que oigo en el Pelourinho es forró) y el sertanejo ha roto con la pana en todo el país. Lo cual no es exactamente cierto: se sigue sacando el recopilatorio Axé Bahia (aquí la edición de 2016, con gente tipo Ivete Sangalo o Timbalada), y Daniela Mercury sigue subiéndose al trio elétrico. Aquí un vídeo con ella en el aniversario de la ciudad de São Paulo el pasado enero, del móvil de alguien a quien le salió mejor que a mí: el que saqué yo es absolutamente inaudible.



Filipe Catto, "Depois de amanhã". En un momento dado, sale una melodía calcada de "Can't Take My Eyes Off of You". Quitando eso, tenemos una bonita línea de trompetas sobre la que se asienta la canción.

Papete (uno de los demasiados fallecidos en 2016), "Boi do Amazonas". Este es un boi que no conocía y que es una preciosidad.

Nando Reis, "Sei". Este fue Titã como el Antunes, que también sigue y sigue cursi. Mientras tanto, Nando sigue con sus canciones a lo "Resposta", como esta.

Beth Carvalho, "Vou festejar". Tenía que haber samba. Porque se cumple el centenario de la primera grabación de samba. Y porque hubo mucho samba en São Paulo especialmente. La variación sobre el tema "yo he sufrido mucho, ahora te toca sufrir a ti" que hay en la playlist fue la canción con la que arrancó un sambón en un 50º cumpleaños. Aquí el samba que ha cumplido otros 50 más.



Ana Carolina, "Quem de nós dois". Otro tema con unos cuantos años que se ha oído mucho, no sólo en Nova Brasil FM. Es otra versión de otro tema italiano que resulta que también versioneó el sabadellense Sergio "Bailar Pegados" Dalma.



Ritchie, "Menina veneno". Cuando salió en España a principios de los 80 con el título "Mi niña veneno", me quedé con la canción pero pensaba que el tipo era italiano. Craso error. Resulta que es un inglés transplantado en Brasil. Este año me la han recordado los vecinos, especialmente unos que se desgañitaban haciendo un karaoke a todo trapo a las tantas de la mañana y que nos teníamos que comer con feijão e arroz aun cerrando ventanas, con el calor infernal de Inferno City, alias Cuiabrasa. Pero era sábado...

Tavito, "Rua Ramalhete". El original no lo conocía. Es una especie de homenaje al Clube da Esquina por un cantautor mineiro que tocó con Milton: al final me ha salido una playlist bastante "esquinera".

Cássia Eller, "O segundo sol". Era superhincha del Atlético Mineiro, por cierto. Tal vez haya sido el musical sobre la vida de Cássia Eller que se ha paseado por Brasil este año. Pero aquí parece que hay una fiebre con Cássia por todas partes que se me ha pegado. En la playlist cayó "O segundo sol" (otra composición de Nando Reis), pero podía haber caído esta.



Y para cerrar, Caetano Veloso, "Alegria, alegria". Una canción de la banda sonora de mi vida que apareció así por las buenas en varios viajes por Brasil.

Eu vou. Por que não? Por que não?

Aquí la playlist. Con mucha pena de tener que marcharme de aquí y volverme a Barcelona. Me espera el Mesías. Y el barbershop. Y el BAM.

Pero, como cantaba aquel en cierta canción de la playlist, quanta saudade.



martes, 9 de agosto de 2016

Último mes en Inferno City

Y así sin darme cuenta, me encuentro con que me toca decir bye bye al país olímpico 2016, snif...



...y volver al raca-raca (raca).



Y entre tantas ocupaciones que me ocupan la vida en el país tropical abençoado por Deus e bonito por natureza (mas que beleza), se me pasa el tiempo volando y no he escrito sobre los ritmos de Inferno City, que hay vida más allá del sertanejo. De hecho, el instrumento más característico de esa ciudad que "te abraça" (o sea, te recocha) no es el acordeón sino la viola de cocho, ya que nos recochamos con recochineo.


Este que viene es un nombrado violero de cocho. Hace una música muy bonita que si la asociamos con un país, probablemente ese país no sea Brasil, pero el Mato Grosso está mucho más cerca de ese país que de la olímpica playa de Copacabana o los coqueiros de Itapoã. El título del tema es el nombre de una de las innúmeras aves que pueblan el mato.




Pues en esta ciudad donde me he abrasado y recochado en el último año, hay varios ritmos típicos: el cururu...



...el siriri, más acelerado (será el guaraná)...



...y el rasqueado o lambadão, que no sé si hay diferencia, pero lo que hay es, por ponerlo suavemente, un movimiento sexy.



En fin, cómo voy a echar de menos Inferno City, el recochamiento, el salvaje Centro Oeste, las sobredosis de sertanejo, las famosas playas matogrossenses...




domingo, 3 de julio de 2016

É boi, é boi, é boi, é boi...

El mes de junio está lleno de santos célebres: san Antonio casamentero, san Juan Bautista el de las hogueras, san Pedro el pescador, San Pablo el de las cartas. En varios lugares de Brasil celebran tanto famoseo santoral en lo que llaman festas juninas.

En São Luís, capital del estado de Maranhão así como capital del reggae en Brasil, con un centro histórico que es patrimonio de la humanidad, aunque está destartalado lo pobre...


...tienen la tradición del Bumba-meu-boi, al igual que en otros estados brasileños. Es una tradición con una narrativa donde hay variaciones y permutaciones como en cualquier manifestación del folklore popular, pero más o menos lo que pasa es lo siguiente: en una hacienda, la esclava Catirina está embarazada y tiene capricho de comer lengua de buey. Su marido, el esclavo Chico, mata un buey. Con tal mala suerte que es el buey favorito del patrón de la hacienda, el cual se pone hecho una furia. Chico y Catirina según unas versiones, o el hacendado según otras, con ayuda de médicos, curanderos y chamanes, consiguen que el buey resucite, lo cual es motivo de gran fiesta. Lo que se representa en junio es la resurrección del buey, con varios personajes: el hacendado, Pai Chico, Mãe Catirina, los vaqueros, las indias, los caboclos de cintas, los caboclos de plumas y, claro, el buey.

Hay unos cuantos grupos de boi (las "peñas sanjuaneras" locales, para entendernos). Como en las peñas sanjuaneras de Miranda de Ebro, hay gente de todas las generaciones que baila dando saltitos, y ahí acaban las semejanzas. Los trajes son elaborados, algunas máscaras parecen retablos, y el buey tiene una decoración muy llamativa.



Al final, la gente se une al baile. Quien tiene instrumento de percusión, típicamente una matraca (dos tablitas de madera que se golpean una con otra), contribuye al ritmo, y si no se tiene matraca, cualquier cosa es buena (dos latas de cerveza, por ejemplo).

Aquí un par de vídeos de móvil como ejemplo de la danza del buey en São Luís. Hay varias formas de bumba-meu-boi. Está la orquestada, que es más pop.



Pero el que realmente mola es el más racial boi de matraca y pandero.



Este año ha habido en las fiestas de São Luís varios homenajes a Papete, el cantante de bellas canciones inspiradas en el acervo popular de su Maranhão natal, con quien tuve un caso de flechazo musical en mi primer viaje a Brasil, hace 18 años.




Me acabo de enterar de que murió en mayo. Qué año: Bowie, Prince, Papete... (Eso sin contar lo que no es música).



domingo, 6 de marzo de 2016

El dìa tiene 24 horas...

...y 8 sirven para dormir. Y las otras 16 me dan para lo que me dan.

Y pasan los días volando, ya seis meses en Brasil, me quedan otros seis, y no me entero, ni blogueo, ni apenas tuiteo fuera del curro, y de música, pues para el curro y lo que me permite el curro cuando me lo permite, prácticamente. El "Volando voy" es un hit en el curro. La música del curro es esencialmente flamenco, con lo "flamenca" que he sido yo de toda la vida, muchas comillas. Aquí el Lebrijano arrasando ("arrasou", me dice la peña brasileña a la que mostré el vídeo):



No puedo estar más out: tan out, que concluyo en un viaje a Miami que ni me entero de los hits de la radiofórmula mundial, que es de lo mínimo de música que se entera uno quiera o no quiera; me suenan campanas de que hay algo nuevo de los productores de Rihanna (Rihanna, por su parte, se dedica a darle al twerk twerk twerk twerk twerk estilo caribeño), me suena que Beyoncé también arrasa en la Superbowl, llego a oír lo último de Justin Bieber (uuuú, uuuú, sorry), a Adele te la encuentras hasta en el zumo de abacaxi com hortelã, Iggy se queda en bolas (para variar, como modelo para artistas), me llego a enterar del siguiente concierto de Sus Satánicos Abueletes celebrando apertura en La Habana casi 40 años después del concierto celebrando apertura en la Monumental de Barcelona (entusiasta artículo de Moncho Alpuente con todos sus clichés e incorrecciones ortográficas: España, 1976), el primer concierto de "los Rolin" en España, recién acabada la dictadura, entre "El gato montés" y "La santa espina"; acaban de pasar por Brasil y no me entero. Esta pinta tenía el país actualmente sin gobierno ni consenso, it was 40 years ago today: con grises y todo.



Fuera de eso, muy poco. Y eso que estoy en una superpotencia musical, pero la sensación de estar o out o eternamente en un eterno bucle temporal es la misma. La última que he oído por la calle, esta mañana: una que recuerdo de niña que cantaba Betty Missiego en español, y que al oírla me sonaba más brasileña que la feijoada (que la peña brasileña del curro llama en español frijolada). Efectivamente: es una canción que cantó Erasmo Carlos, el hermano y co-compositor de las canciones de Roberto, Roberto, eternamente Roberto (en portugués, siempre). Y que también compusieron ellos: suena a ellos.



La música del aguagym consiste en el CD de oldies de la era disco, el CD de mezcla maxmix (con los Gypsy Kings y aquello de cuchara cucharita cucharón, por aquí, por allá)...



... el CD de funky brasileño (con una canción del CD de funky brasileño que me pusieron hace milenios en el aguagym barcelonés), y el "I'm Yours", el "Your Song" versión "Moulin Rouge", el "Corasón partío" o la otra que se me ha olvidado, que ponen en el estiramiento.



Y en la radio, pues o hay más eternamente eternos, particularmente Caetanos, en Rádio Senado (pusieron no hace mucho la versión de Gal del homenaje caetanil a la España de cuando actuaron los Stones por primera vez, se cocía una movida y se decía "pureta")...



...o hay radiofórmula brasileña, igual de recalcitrante que la mundial, donde lo que abunda o es el sertanejo (aquí, para variar de tanta dupla sertaneja masculina, una dupla sertaneja femenina)...



...o es el chu, chá, chá, chu-chá: aquí una que llevan poniendo repetidamente en la misma emisora este fin de semana, y el caso es que la chiquita (anteriormente conocida como MC Beyoncé y que como tal grabó una versión baile funk línea dura de la canción, totalmente fuera de afinación y con la palabra "putaria" que, obviamente, desapareció de la radiofórmula) me gusta: la he puesto en otra parte.



Y algo de pagode, para variar.



¿Exagero? Aquí la lista de las canciones más pinchadas del mes en Brasil hasta ahora: todo lo que sea Fulano e Mengano es sertanejo. Bueno, hay excepciones: recuerdo cuando vi el nombre Claudinho e Buchecha y pensaba que eran una dupla sertaneja: muito pelo contrário. Aquí algo parecido: una dupla funky de ahora.



Que por cierto, Buchecha colabora en un tema de la que fuera MC Beyoncé.



Y entre oldies, radiofórmula, sertanejo y chu-chá, un par de cosas destacables, y ninguna brasileña. La una: sesión dominical de gospel en Miami, con asistentes en su inmensa mayoría negros vestidos de punta en blanco que se tomaban el aleluya gloria a Dios muy en serio e incluso los había que entraban en trance. Especialmente, hubo una chica que arrasou: Karen Clark Sheard.



La otra: el adelanto del último de la PJ, que ha llovido tanto desde el "Dry" que ya es otra eterna, eternamente.

En fin, quién me ha visto y quién me ve, musicalmente hablando...



miércoles, 13 de enero de 2016

David Bowie, David Bowie, eternamente David Bowie

Ando con Bowie en la cabeza, con permiso de los gilbertos giles y las elzas soares que pululan por Rádio Senado (en Cuiabá, 102.5). Tanto, que en el facebook del curro acabo poniendo un Bowie en español, el que se me ocurrió: la fantástica y personalísima versión de Parálisis Permanente de "Heroes", que a su vez fue la base de una terrible versión de Amaral...



...y un Bowie en portugués de Brasil, que hay varios a elegir en la banda sonora de aquella película de Wes Anderson. Esta no es la que puse en el facebook del curro, pero me hizo gracia cómo quedó la letra, en contraste con la adaptación literal de Parálisis: Seu Jorge convierte "and he was all right" en "e ser um bom pai" (!)



Claro, eso era el curro y no iba a poner al original. El original ha aparecido una y otra vez en mi vida, y no sólo en varias películas del In-Edit. Por ejemplo: esta que viene, que la primera vez que la oigo, estando en Nueva Jersey hace 30 años o así, me sorprende la letra, que habla del homo superior y de la nueva raza, tarareada por el que me enseña la canción, un negro de Belice. Y, con esa letra que a mí me parecía poco menos que pronazi (aunque por ahí no van los tiros, para nada), lo bella que era la música. La cual canción elijo muchos años más tarde para cantar en un show dedicado a la figura de Dalí en el taller de canto e interpretación, junto con este cuadro:




Del mismo disco, el resto del disco, que a pesar de conocer los hits desde niña (los celebradísimos "Changes" y "Life on Mars"), lo asocio a una rotura de astrágalo en 1997 que me dejó varada en Madrid disfrutando de unas vacaciones de semana santa extendidas, y concretamente a una fiesta en una casa sin ascensor donde subí y bajé de culo no sé cómo. En concreto, esta viene directamente de esa fiesta: es una canción sobre su recién nacido hijo, el futuro director de cine Duncan Jones, entonces conocido como Zowie Bowie.



El Bowie de mi carrera universitaria en Burgos, una época tremendamente musical en mi vida, mucha radio, mucho pub, mucha modernez musical en Burgos (en serio)...



El de "Los 40 Principales" de Burgos. Ya le puse en esa entrada; tampoco voy a poner "Heroes" habiendo puesto la versión. Así que va otra.



Una que no acabo de ubicar en mi vida, que resulta ser una versión, y que siempre me ha parecido bellísima.



Hablando de versiones, una cosa que me pasa habitualmente es que conozco antes la versión que el original, caso de "Wild Is the Wind"... y caso de "The Man who Sold the World", que conocí por la versión de Nirvana que puse en la entrada anterior. Con lo cual, me resultó una sorpresa el punto latino que tiene el original de Bowie al oírlo por primera vez.



Y, claro, el Bowie de las películas del In-Edit. En concreto, el de la película de Ziggy Stardust: un disco que me persigue desde Nueva Jersey, la radio WRSU y el negro de Belice, por muy canción de coches de choque que fuera "Starman" en mi infancia. Aquí la última canción del último show de Ziggy Stardust.



Y aquí la última canción del último disco de Bowie. Seguramente se fue feliz de haber podido sacar su disco de adiós antes de irse.


martes, 12 de enero de 2016

La pasión

2015 ha sido el año con menos entradas en lo que va de blog con diferencia. El caso es que 2015 fue El Segundo Año En Que Me Mudé De Continente (Tras 1985 It Was 30 Years Ago Today), pero igualmente: parece que me está pasando con la música lo que dijo aquel, "ya no siento la pasión".



Desde luego, no espero que me vengan los temblores que me venían de adolescente con ciertas canciones, pero sí encontrar un pretexto para devorar toda la música que me llegue, como lo que me sucedió a partir de la banda del chico que en un momento dado dejó de sentir la pasión y se pegó un tiro. Y entonces yo no era ninguna adolescente.



El caso es que el pretexto no me viene. Ni siquiera en uno de los países más musiqueros del mundo mundial, Brasil. De hecho estoy en las provincias. New Brunswick, New Jersey era las provincias, pero Nueva York estaba al lado y se notaba y se cocía mucha música por la zona, que se ponía en (y aquí el pretexto) la college radio de mi universidad (WRSU, the one and only). Inferno City está al bell mig de América del Sur y lo más apasionante musicalmente hablando son los pajaritos exóticos que cantan por la mañana. Aunque todo puede pasar en uno de los países más musiqueros del mundo mundial: hay una chica del tipo cantora bonitinha que no sólo es del culo del mundo, Mato Grosso, y no exactamente de Inferno City, sino que esta misma cantora bonitinha del Mato Grosso va y hace un dúo con Ben Harper. (Eso por no hablar de los de la Lucifernandis, que son de Goiânia, justo al lado, salvando las enormes distancias.)



Tengo una emisora de radio que pongo habitualmente (Rádio Senado, sintonizada com o Brasil), pero la música que ponen, muy bonita por cierto, consiste básicamente en melodías brasileñas de ayer y anteayer y alguna de hoy. Un poco como aquel programa de WRSU de los sábados por la mañana donde mezclaban a Benny Goodman con Black Flag, sólo que no hay equivalente de Black Flag. Y así, me entero de cierta brasileña ganadora de un Grammy Latino (algo nada underground, vamos) por la revista de la aerolínea con la que vuelvo a casa por navidad como los turrones.



El disco en cuestión es variadito pero con un punto retro, y no sólo por la cita al "Funky Town" de la canción anterior. En el campo pop-rock mayoritariamente anglocantante, el punto puede llegar a ser más retro que la banda de tributo a los Panchos. Cabezas de cartel del Coachella 2016: Guns'n'Roses (y LCD Soundsystem; ¿hace el tipo el concierto de despedida y el documental para regresar como los Gansos Rosas y etc etc?). Álbumes del 2015: el álbum de regreso de la banda noventera Sleater-Kinney apareció en los discos del Rockdelux de "lo mejor de 2014" y "lo mejor de 2015". El de Sufjan Stevens: Nick Drake murió hace 40 años, Elliott Smith hace 12, y no lo parece.



Lo que sigue podría haber salido hace 30 años o al menos 20.



Me entero del último de Yo La Tengo por Mike Appelstein (en WRSU hace 30 años), lo cual no podría ser más apropiado. Resulta ser un disco de versiones. Como aquel otro que hicieron hace 25 años o así.



Discos que van promocionando hasta la extenuación: El último de Adele. El último de Coldplay. El último de Bowie. Sonoro bostezo.

Y en esto que se nos muere Bowie a nada de salir el disco. Me entero esta mañana y me quedo conmocionada. Qué callado lo tenía. Tal vez quería que el disco fuese su modo de despedirse del mundo.



Se nos están yendo todos los que nos formaron musicalmente e incluso vitalmente, también a los musiqueros actuales. A finales de año se nos fue Lemmy el de Motörhead: un recalcitrante, al contrario del mutante Bowie, pero con mucho carácter (y mucho humor). De hecho, recuerdo a Motörhead con un Lemmy sesentón en el Primavera con mucho cariño. Como Bowie, murió pocos días después de su cumpleaños. Y como Bowie, murió con las botas puestas (Lemmy haciendo bolos hasta que no pudo, Bowie sacando un álbum con el cáncer de hígado que le mató). Aquí una canción que no va sobre mí en 2015.



Lo he dicho en otra entrada por lo menos, pero parezco los viejos que cuando apareció el rock and roll decían que como Sinatra, nada. Sólo que echo en falta que haya en el pop-rock actual personalidad años 10 en lugar de lo que creo que fue Simon Reynolds que llamó "estilo sin historia", ese mejunje donde todo quiere sonar a época pasada simplemente porque mola. Necesitamos Bowies: gente que se reinvente y apunte al futuro. Aquí Ziggy Stardust versionea a su manera "La mort", de Jacques Brel, en su concierto de despedida.

Feliz y apasionado 2016.