domingo, 21 de agosto de 2016

CGB 2015-16

En el curso olímpico 1991-92 empezó a darme por grabar cassettes con la banda sonora del curso en cuestión, que llamaba BCN 1991-92, BCN 1992-93... La venada me duró toda la década de los 90: la última cassette de la serie era BCN 2000-01 o tal vez 2001-02 (creo recordar que llegaron a caer los Strokes en una de esas cintas), y entonces las cassettes pasaron a la historia y empezaron los CDs, que eran más monográficos que banda sonora del curso, aunque hubo también cassettes monográficas en los 90, y es que ya empezaba a llevar mil años en BCN y luego vino el iPod y luego el blog y lo de repartir soporte físico también pasó a la historia.

Pero a lo que iba. Las cintas del curso no llevaban necesariamente lo último de lo último: el "Berlín" de Lou Reed no fue exactamente la más rabiosa novedad del 91, por no hablar de Mozart en el 94: eran la banda sonora del curso, y en el 94 era Mozart de camino al trabajo, el "Live Through This" y los dos Kurts, Cobain y Weill, todo junto y revuelto. Seis olimpíadas más tarde y 15 años o así después de parar con las cassettes, me veo haciéndome una playlist del curso cuando toca a su fin, como en los 90 cuando hacía las cassettes.

Porque este año ha sido muy especial: país nuevo, trabajo nuevo, ciudad nueva (por primera vez en 25 años, no se trata de BCN), gente nueva, vivencias nuevas, lugares nuevos. Añádase que el país en cuestión es una superpotencia musical de primera magnitud, que la Inferno City donde me ha tocado vivir está lejos de las rutas turísticas habituales (vale, está el Pantanal, que es básicamente Guirilandia o, como dirían aquí, Gringolandia...)


...y el año ha sido superintenso de supertrabajo y superexperiencias superestupendas y ha pasado supervolando y ya llevo un tiempo con saudades antes de irme de veras tal que ya, y de ahí la playlist.

Como es la banda sonora de mi año olímpico en el salvaje Centro Oeste brasileño (y luego hablan de California, Nevada o Washington), a) no pongo nada que no sea brasileño (así que fuera el Kanka, el Camarón o la PJ Harvey, por poner unos ejemplos de este curso) y b) tiene que haber sertanejo por fuerza. Tampoco he puesto música de la que me he enterado en España, o sea, por los elefantes, como el disco de versiones que hizo Marisa Monte a lo largo de su carrera, entre las cuales esta de un tema de Pixinguinha que si no es himno nacional de Brasil poco le falta...



...u otra fantástica versión de Pixinguinha, esta vez con letra añadida y a cargo de quién iba a ser si no, tratándose de chorinho y fútbol: nótese el acento "portuga" del presentador.



Pues ahí va la lista de canciones de la playlist:

Milton Nascimento, "Os tambores de Minas". Mi primer viaje de trabajo fue a Belo Horizonte, una ciudad que me sorprendió muy agradablemente. Por cierto, me acabo de enterar de que el complejo de Pampulha ya es patrimonio de la humanidad.


Para dar la noticia en el "Feisi" (abreviatura de "Feisibuqui") busco  una canción sobre Minas Gerais y me encuentro con esta de probablemente el mineiro más famoso junto con el queso de Minas. Sólo que los tambores de Minas, me entero posteriormente, son realmente de Maranhão.

Tiê, "A noite". Primer flechazo musical brasileño 2015-16, sólo que resulta ser versión de una canción italiana.

Marcos & Belutti, "Domingo de manhã". "Funkin'" sertanejo. Sólo que a esta le he cogido cariño.

Alceu Valença, "Anunciação". Una canción de hace 33 años pero que a finales de año pasado se oía en todas partes, incluyendo todas partes. ¿Andaba en una telenovela? No sé. He estado sin tele, y no la he echado de menos hasta ahora con los juegos olímpicos.

Maria Gadú, "Oração ao tempo". No he sido fan de la Gadú pero esta canción originalmente de Caetano me la encontré en el desayuno en Belo Horizonte y me quedé con ella. A raíz de lo cual me compro el último de ella y como que no le cojo el punto.

Por cierto: si venimos a Brasil con euros o dólares, no hay excusa para no comprar música. Las novedades salen a 25 reales, unos 7 euros; los de la sección de gangas salen a 10 reales, unos 3 euros o menos.

Samuel Rosa y Lô Borges, "Trem azul". Otra mineirada: versión de la del clásico Clube da Esquina, con el Lô Borges del disco original y el cantante de Skank, más mineirío. Me pareció oír que en BH (capital de MG, no bicicleta; MG es Minas Gerais, no queso) hay un museo del Clube da Esquina con un bar que llevan los Borges. La versión no es mejor que la original o la de una Elis Regina pasada de farlopa, pero cuando la oigo en la radio (Nova Brasil FM, moderna e brasileira), me pongo a cantarla como una posesa. No he puesto a Skank en la playlist aunque bien podría: esta la ponen en el aguagym. Pero la tengo asociada a otro año (y creo que la he puesto en otro lugar del blog pero igual da).



Roberta Campos, "Casinha branca". Sorpresa: esta la han cantado tropecientosmil, incluida la Bethânia. Esta es la versión original, de 1975.



La canción trata de la fantasía de la vida campestre, que no deja de ser una fantasía: eu queria ter na vida simplesmente um lugar de Mato Grosso... esto... mato verde... Y la versión de Roberta Campos, otra cantora bonitinha, es una monada.

Ludmilla (la funkeira anteriormente conocida como MC Beyoncé), "24 horas por dia". Venga chu, chá, chá, chu-chá. El funk (en el guiri conocido como baile funk) es todo lo que dicen que es, lo admito. Pero una reconoce su horterez y la ex-Beyoncé carioca me hace mucha gracia.

Céu, "Perfume do invisível". Aquí la modelnilla de la lista. No la he oído por ahí. De hecho, me he enterado de su existencia por la revista de la Tap, que es como si me enterara por los elefantes. Va de electrónica post-chill-Brazil con melodías con ciertas influencias robertianas (sector Roberto Carlos) y colaboración del mulato con afro a lo Hendrix de Boogarins (los goianos psicodélicos de "Lucifernandis"). El descubrimiento del año.



Jeferson e Alex, "De volta pra Rondonópolis". La canción é bem Mato Grosso, que decían aquellos, y tiene una de esas letras geográficas que va siguiendo el camino de São Paulo a Rondonópolis (MT, que es Mato Grosso, porque MG es Minas Gerais). No he visto Rondonópolis: vi el edificio del centro de formación de profes, un restaurante mineiro y un atasco de camiones de tamaño yo para ser feliz quiero un camión, tanto a la ida como a la vuelta. Pela três meia quatro que da no seu coração.


Seu Jorge, "Felicidade". El de las versiones de Bowie, qepd, viene con una oda a la felicidad que da mucha alegría. ("La felicidad es colarse en el concierto de Caetano y cantar el Odara hasta el amanecer").



Fernanda Abreu, "Outro sim". Dichosos los ojos y las orejas. Milenios hacía que no sabía nada de la Rio Quarenta Graus y hete aquí que me la encuentro en las Lojas Americanas, que sería como si me la encontrara en el Alcampo. Pero es que, además, el disco, de este año, es estupendo. Otra sorpresa: colabora Afrika Bambaataa.

Zélia Duncan, "Enquanto durmo". Otro feliz reencuentro, esta vez en Nova Brasil FM. Sólo que la canción es del 96: ya llovieron varias chuvas do caju e chuvas da manga desde entonces, ella fue Mutante cuando la reunión de los Mutantes, etc. y el año pasado hizo un disco de sambas.



Zé Neto e Cristiano, "Seu polícia". Otro hit del sertanejo de la temporada. Que yo me he encontrado canturreando repetidamente. Confieso.

Tetê Espíndola, "Na Chapada". La Kate Bush de Mato Grosso do Sul (MS) canta las bellezas de la Chapada dos Guimarães (MT). La canción no le va a la zaga en belleza. Me llegó por el Feisibuqui a través de un amigo brasileño.


Por cierto, aquel del saca tu Lois a la calle cumplió este año 80 y también es de Mato Grosso do Sul además de madrileño transplantado como la mayoría de los madrileños.



Daniel de Paula, "Lufada em viola-de-cocho". El violero de cocho de MT y su bella música que parece paraguaya u otra cosa pero también es brasileña.

Vanessa da Mata y Ben Harper, "Boa sorte". Cuando se internacionaliza el Mato Grosso, se internacionaliza bien internacionalizado. Una gran canción de desamor donde las dos melodías y los dos idiomas se cruzan y entrecruzan. De hace casi 10 años. Qué out que estoy.

Walmir Borges, "Meu amor". Versión desenchufada del tema porque la otra no está en YouTube. Esto va de arambí tropical. Que aquí ha habido mucha afición a la música de Stevie Wonder desde que yo recuerde, y suma y sigue.

Jorge Vercillo, "Acontecência". Más arambí. Un tema que se te pega y también terminas cantando.

Tim Maia, "Não quero dinheiro". Tim Maia está en todas partes. Está en el aguagym. Está en Burgos: llevaron el biopic sobre su vida a un festival de cine brasileño que pasaba por Castilla y León. El biopic, como el de James Brown: muestra un tipo embrutecido, politoxicómano e irredimible salvo por su música, en la que, como James, es un genio. Lo de siempre con los biopics, vamos.



Roberta Sá, "Mais alguém". La bahianada de turno en un año donde parece que no ha habido bahianadas ni en Bahía (lo que oigo en el Pelourinho es forró) y el sertanejo ha roto con la pana en todo el país. Lo cual no es exactamente cierto: se sigue sacando el recopilatorio Axé Bahia (aquí la edición de 2016, con gente tipo Ivete Sangalo o Timbalada), y Daniela Mercury sigue subiéndose al trio elétrico. Aquí un vídeo con ella en el aniversario de la ciudad de São Paulo el pasado enero, del móvil de alguien a quien le salió mejor que a mí: el que saqué yo es absolutamente inaudible.



Filipe Catto, "Depois de amanhã". En un momento dado, sale una melodía calcada de "Can't Take My Eyes Off of You". Quitando eso, tenemos una bonita línea de trompetas sobre la que se asienta la canción.

Papete (uno de los demasiados fallecidos en 2016), "Boi do Amazonas". Este es un boi que no conocía y que es una preciosidad.

Nando Reis, "Sei". Este fue Titã como el Antunes, que también sigue y sigue cursi. Mientras tanto, Nando sigue con sus canciones a lo "Resposta", como esta.

Beth Carvalho, "Vou festejar". Tenía que haber samba. Porque se cumple el centenario de la primera grabación de samba. Y porque hubo mucho samba en São Paulo especialmente. La variación sobre el tema "yo he sufrido mucho, ahora te toca sufrir a ti" que hay en la playlist fue la canción con la que arrancó un sambón en un 50º cumpleaños. Aquí el samba que ha cumplido otros 50 más.



Ana Carolina, "Quem de nós dois". Otro tema con unos cuantos años que se ha oído mucho, no sólo en Nova Brasil FM. Es otra versión de otro tema italiano que resulta que también versioneó el sabadellense Sergio "Bailar Pegados" Dalma.



Ritchie, "Menina veneno". Cuando salió en España a principios de los 80 con el título "Mi niña veneno", me quedé con la canción pero pensaba que el tipo era italiano. Craso error. Resulta que es un inglés transplantado en Brasil. Este año me la han recordado los vecinos, especialmente unos que se desgañitaban haciendo un karaoke a todo trapo a las tantas de la mañana y que nos teníamos que comer con feijão e arroz aun cerrando ventanas, con el calor infernal de Inferno City, alias Cuiabrasa. Pero era sábado...

Tavito, "Rua Ramalhete". El original no lo conocía. Es una especie de homenaje al Clube da Esquina por un cantautor mineiro que tocó con Milton: al final me ha salido una playlist bastante "esquinera".

Cássia Eller, "O segundo sol". Era superhincha del Atlético Mineiro, por cierto. Tal vez haya sido el musical sobre la vida de Cássia Eller que se ha paseado por Brasil este año. Pero aquí parece que hay una fiebre con Cássia por todas partes que se me ha pegado. En la playlist cayó "O segundo sol" (otra composición de Nando Reis), pero podía haber caído esta.



Y para cerrar, Caetano Veloso, "Alegria, alegria". Una canción de la banda sonora de mi vida que apareció así por las buenas en varios viajes por Brasil.

Eu vou. Por que não? Por que não?

Aquí la playlist. Con mucha pena de tener que marcharme de aquí y volverme a Barcelona. Me espera el Mesías. Y el barbershop. Y el BAM.

Pero, como cantaba aquel en cierta canción de la playlist, quanta saudade.



martes, 9 de agosto de 2016

Último mes en Inferno City

Y así sin darme cuenta, me encuentro con que me toca decir bye bye al país olímpico 2016, snif...



...y volver al raca-raca (raca).



Y entre tantas ocupaciones que me ocupan la vida en el país tropical abençoado por Deus e bonito por natureza (mas que beleza), se me pasa el tiempo volando y no he escrito sobre los ritmos de Inferno City, que hay vida más allá del sertanejo. De hecho, el instrumento más característico de esa ciudad que "te abraça" (o sea, te recocha) no es el acordeón sino la viola de cocho, ya que nos recochamos con recochineo.


Este que viene es un nombrado violero de cocho. Hace una música muy bonita que si la asociamos con un país, probablemente ese país no sea Brasil, pero el Mato Grosso está mucho más cerca de ese país que de la olímpica playa de Copacabana o los coqueiros de Itapoã. El título del tema es el nombre de una de las innúmeras aves que pueblan el mato.




Pues en esta ciudad donde me he abrasado y recochado en el último año, hay varios ritmos típicos: el cururu...



...el siriri, más acelerado (será el guaraná)...



...y el rasqueado o lambadão, que no sé si hay diferencia, pero lo que hay es, por ponerlo suavemente, un movimiento sexy.



En fin, cómo voy a echar de menos Inferno City, el recochamiento, el salvaje Centro Oeste, las sobredosis de sertanejo, las famosas playas matogrossenses...