viernes, 28 de noviembre de 2014

Gracias por la música



Coincide el día de Acción de Gracias, alias día del pavo, con el 72 cumpleaños...


...y se anuncia para el día siguiente, el de las rebajas post-pavo, el enésimo disco de material inédito editado del chico del 72 cumpleaños. Sonoro bostezo. En el disco aparece un tema donde el chico del cumpleaños "no" toca la guitarra.



El biopic con André 3000 en el papel de chico del cumpleaños ya se estrenó por ahí; por aquí no.



Por aquí se ha estrenado hoy el documental de David Bowie, el que coincide con la antología navideña.



También se ha comentado en la prensa lo del futuro documental sobre el paisano y colega de club Forever 27 del cumpleañero, cuya productora ejecutiva es La Chavala. Con respecto a la implicación de La Zumbada, hay quien dice que sí, pero parece que no. Por lo demás, parece que al final no va a haber musical de Broadway.



Qué racha con los documentales, por Tutatis.

Por el lado no documental, ha sido el 40 aniversario del fallecimiento de Nick Drake. Esta canción tiene 40 años.



También está siendo el 30 aniversario con revival del pastelón navideño dedicado a los pobres africanos que no saben lo que es la navidad los pobres, pero ya está bien de revival. Aquí van novedades, ¡yupi! Vuelve Kim Deal. La acompaña su hermana gemela y el batería de Slint, que ya tocó con las Breeders.



En terrenos más ibéricos, acaba de sacar disco el portugués de la lambretta.



Y los pucelanos yankófilos nos vienen en su nuevo disco con que no hagamos revival. Viva el futuro.



miércoles, 19 de noviembre de 2014

Todo sigue igual



El raca-raca.


El otro raca-raca.



...50 años de carrera lleva el Nano, fa la tira d'anys que té vint anys. Por cierto: Lo nuevo de viejas glorias.



En relación con ello: El disco de recopilación con tema nuevo, con vistas a navidad. Este, de uno que lleva tantos años de carrera como el Nano, se llama, casualmente, "Nothing Has Changed"; quién lo iba a pensar del mismo tipo que hace cuarenta y tantos años cantara aquello de ch-ch-ch-ch-changes.



El déjà écouté de las jóvenes promesas. Este es una especie de Adele pero en chico. Hasta el nombre, que es el apellido suyo de veras, suena a déjà vu (cierto compositor de la Motown, concretamente.)



Preguntar otra vez a los alumnos por música "inequívocamente de la década de los 10" y que me digan Radiohead, Animal Collective y unos tales CSS que resultan ser Cansei de Ser Sexy. Olé la década de los 10.





Y seguir siendo una de las cuatro pelagatas que ve documentales musicales fuera del In-Edit. Ponen en los cines el que clausuró el In-Edit de este año, que se supone que va sobre el día número 20.000 de la vida de Nick Cave, pero lo que hace Nick Cave, el chico analógico en la era digital (se despierta con despertador, escribe con máquina de escribir, su contestador automático es de los de cinta cassette), es básicamente reflexionar sobre su visión de la actuación como experiencia transformadora y la composición de canciones como narración de historias donde el recuerdo se hace imprescindible (lo que más teme Cave en esta vida es perder la memoria; en cierta ocasión dice más o menos, "la composición se basa en el contrapunto: por ejemplo, ponemos un niño al lado de un psicópata, a ver qué pasa, y después ponemos a un payaso en un triciclo; y si no pasa nada, matamos al payaso"); entre reflexión y reflexión, cuenta alguna anécdota sobre su vida (el padre que le lee el primer capítulo de "Lolita" cuando era niño; el concierto donde comparte cartel con Nina Simone y donde ella se transforma de superborde en el camerino a magistral en el escenario; la rutina de meterse en una iglesia antes de ir a pillar jaco en su época yonqui...) El documental es artificio puro y duro (por ejemplo, ¿qué hace el psicoanalista ante la cámara sino ejercer de entrevistador?) y parece destinado a la promoción de su último disco (por ahí va también el documental que se va a estrenar sobre Bowie, coincidiendo con su recopilatorio navideño); pero, aparte de lo que cuenta Cave, que tiene su miga, vemos actuaciones donde se muestra como uno de esos artistas superintensos a lo Jim Morrison o Patti Smith, en escena y en el local de ensayo (como en aquel tema donde aparece Miley Cyrus en la piscina, yo imagino que muerta: anda en YouTube.)



A destacar la aparición de Kylie Minogue, que parece una chica maja, y la casa de Warren Ellis al lado del mar con vistas a los acantilados blancos del sur de Inglaterra, con pinta muy bonita por dentro; Warren parece ser un fabuloso cocinero además de multiinstrumentista.



Por cierto, hablando del In-Edit, colgaron en YouTube la canción del festival (novedad de este año: esto no sigue igual), con imágenes del público en el cine: yo no me vi, nosotros te vemos.



PD ¿La polémica sobre la lista del Rockdelux? Ahí se peguen el Carrillo, el Manrique y el Matías. Por mi parte, si me dan a elegir entre Public Enemy, Sabina y Amaral, lo tengo clarísimo. Don't believe the hype.


lunes, 3 de noviembre de 2014

El tute anual 2014 (y 4)

Las cuatro últimas han sido musicalmente muy variaditas. Los protagonistas son:

1. Un cantautor. "Heaven Adores You" cuenta la historia de Elliott Smith a través de allegados y de entrevistas del propio Smith. Básicamente, lo que cuentan es que, aunque la impensable nominación al Óscar de su canción de la película "El indomable Will Hunting"...



...le haya afectado negativamente la vida, Elliott Smith era más complejo que aquel tipo depre que no soportaba la fama y que apareció muerto de dos puñaladas en el pecho (no se ha confirmado oficialmente que fuera suicidio): tiene sentido del humor y sonríe. Pero la película presenta lagunas sobre la persona: por ejemplo, se cuenta que fue un niño feliz, pero no qué pudo haberlo convertido en un adulto no tan feliz; que hubo mala relación con el padre, pero no qué ocurrió, ni cómo le afectó; ni por qué se cambió de nombre (era Steve antes de mudarse a Portland, Oregón); ni por qué pasó de cantar temas punk con su banda a convertirse en el cantautor a lo Paul Simon / Nick Drake que conocemos. Queda la bellísima música que hizo.



2. Un rapero. Nas se explica más de lo que explican de Elliott Smith. Habla de las circunstancias de su vida e influencias musicales que inspiraron su disco de debut, de 1994, it was twenty years ago today, uno de los hitos del hip hop de todos los tiempos.



Su circunstancia vital es bastante imaginable. Él es de un barrio neoyorquino de viviendas de protección oficial del que se fueron los blancos y quedaron los negros; a partir de los años 70, la crisis en Nueva York coincide con la entrada del crack en los ghettos, el tráfico de drogas como fuente de dinero fácil y la aparición de pandillas y violencia; el amigo de la infancia de Nas es asesinado, y unos cuantos conocidos suyos encarcelados, si es que viven. Nas, de padre músico, y que creció rodeado de libros, se echa a rimar, se erige como "representante de los ausentes" (los muertos y encarcelados) y hace del hip hop "la CNN del barrio", como diría Chuck D. Lo sorprendente que cuenta la película es que la universidad de Harvard pide a Nas que ceda su nombre para unas becas de dicha prestigiosa universidad a investigadores del hip hop. Y ahí le vemos, en Harvard nada menos.



3. Un clásico. Es mala pata que coincidan a la misma hora dos películas sobre música no pop-rock, así que hay que elegir entre Duke Ellington o Mahler. Elijo a Mahler. El director de la película es el homenajeado de este año en el In-Edit, Frank Scheffer, director de aquella que pusieron hace unos años sobre el director de orquesta iraní que vuelve a su país para intentar formar una orquesta e interpretar a Mahler, precisamente. En la película de este año, un festival de 1995 dedicado al compositor se convierte en una excusa para mostrar la visión de varios directores sobre las sinfonías de Mahler y la plasmación de dicha visión durante los ensayos de las orquestas, con las imágenes mostrando la cara de cada uno de los directores mientras dirige, desde el gesto más contenido de Bernard Haitink hasta el más apasionado de Riccardo Muti. No hay trailer de la película, pero hay algo del festival por ahí. (Por otra parte, me comentan que la película sobre Ellington es "normalita".)



4. Un grupo pop de mi juventud. Los londinenses Spandau Ballet cuentan su historia a través de imágenes de la época: su origen de clase obrera, su debilidad por el soul, sus inicios como banda de nueva ola con varios nombres hasta que dan con un club en Soho de tendencia glam donde terminan convirtiéndose en banda residente con su versión definitiva, tomando el nombre de un graffiti en un wáter de Berlín, y marcando una tendencia de música y moda etiquetada como "nuevos románticos"; ...



...la eclosión de grupos de "nuevos románticos" a partir de su éxito; la búsqueda de un sonido que les diferenciase; el contexto sociopolítico de la época, con las huelgas, la Thatcher y la Lady Di; sus giras internacionales; su estrellato; y la cosa sigue y sigue, con la conversión de dos de ellos en actores cuando el grupo estaba a punto de disolverse, la disolución, la demanda por royalties, el juicio, el mal rollito, la reunión años después, el concierto de reunión. La película se hace un ejemplo palmario de cómo estropear un fantástico artefacto pop estirando el metraje hasta el aburrimiento soberano.



domingo, 2 de noviembre de 2014

El tute anual 2014 (3)

Mientras la ciudad se nos pone de un jalogüín subido, los documentales musicales se nos ponen de un estupendo igualmente subido. El viernes cayeron tres. El primero, el español que toca este año, es muy internacional (cosa inusual en documentales españoles), con gente de varias nacionalidades que habla en varios idiomas, y trata de algo de lo que yo no tenía ni idea pero que ya viene de lejos, la música (y vídeo de animación) que se hace con videojuegos y otros dispositivos viejos de 8 bits del tipo Game Boy, Atari y Commodore. La película muestra mayormente la escena europea actual; de ahí su título, "Europe in 8 Bits". Es una escena preciosa, donde conviven la filosofía punk de haga usted mismo lo que le dé la real gana, el empeño de desafiar las limitaciones de los 8 bits, y el acto político de cuestionar a través del rescate y reciclaje de aparatos la idea de que lo nuevo es mejor y, por ende, hay que consumir lo nuevo y tirar lo viejo aunque aún sirva. Me he encontrado con una cara conocida: Fela Borbone, el fabricante de guitarras de los Borbones, que sigue haciendo gala de un sentido del humor asombroso y construyendo instrumentos electrónicos con microchips y aparatos viejos que se sostienen en palos de escoba, todo ello recuperado de la basura. El director del documental tenía que ser de Valencia, como los Borbones y la "música máquina" vieja.



La película empieza con un ejemplo de música y vídeo hechos con aparatos de 8 bits.



El segundo documental es el que inauguró el In-Edit de este año, probablemente el mejor de los que he visto hasta ahora, que entra, como muchos de mis documentales favoritos en la historia del In-Edit, en la categoría "películas sobre personas". La película transcurre en el día del último concierto de la gira británica de Pulp tras su reunión, que dieron en su ciudad, Sheffield, en diciembre de 2012. Ahí, Jarvis y compañía reflexionan sobre la vida, la fama, la edad, la presión de actuar ante un público al que conocen; Candida habla de la artritis que padece desde los 16 años y que se negaba a admitir. Mientras tanto, aparece la "common people" de Sheffield hablando de Pulp y de ellos mismos: el carnicero, el pescadero, el del kiosko, la bibliotecaria, la madre de Jarvis, tres niñas, un músico "escapado del manicomio" (sic), dos señoras mayores, un profesor universitario, una chica que va a aguagym y hace sus propias bragas de Pulp, las fans que se concentran en la puerta, entre las que hay una americana de Georgia que viaja expresamente a Sheffield a ver el concierto y vuelve el día siguiente a Georgia; un grupo de danza, un coro de mujeres cantando "Common People" y un grupo de gente "de cierta edad" en una especie de comedor cantando "Help the Aged".



Y, obviamente, momentos de la actuación de Pulp, y otras actuaciones anteriores, incluida otra en Sheffield que califican de desastrosa. Y la teatralidad que derrocha Jarvis. Todo ello mostrado con un inmenso cariño hacia los componentes de la banda y los habitantes de la ciudad que los parió.





El último documental del viernes es de una categoría con la que no me he encontrado en el In-Edit hasta la fecha: la de "películas sobre coleccionistas". El director de la película colecciona compulsivamente discos navideños: al principio de la película, se le ve en la tienda de discos Amoeba de Hollywood arramblando con CDs y, especialmente, vinilos. Explica que, a los cinco años, oyó por primera vez esta canción y pensó que Nat King Cole hablaba de él: era un niño sin padre, como el de la canción. El niño tenía la esperanza de que volviera el padre, pero nunca ocurrió...



...y, de adolescente, comenzó a ver la navidad como una farsa, pero no había canciones que reflejaran su sentimiento, hasta que encontró esta maravilla anticrismas featuring el mismísimo Miles Davis, ...



...que fue la que desencadenó su furia coleccionista de discos navideños, especialmente aquellos que no incluyeran temas como los que he cantado yo en mi coro de barbershop (que se mencionan específicamente en la película: "Jingle Bells", "Have Yourself a Merry Little Christmas"). Y así, hablando con otros coleccionistas de música navideña (y con John Waters, que reaparece en este In-Edit junto con Divine, esta vez como artífice de una recopilación navideña, y que le pispó al director el disco por el que más pagó, según contó en el coloquio), nos encontramos con una entretenidísima selección que incluye un Santa Claus negro y uno latino, un Santa Claus que llega en un misil nuclear, unas navidades en Vietnam, villancicos soul, villancicos hillbilly, villancicos hip-hop, uno pelín guarrindongo (o más bien, al oír aquello de "back door Santa", pienso mal), y temas navideños a cargo de Low y los Flaming Lips, entre otras joyas como la que viene a continuación. Todas las canciones, en disco físico, a poder ser, de vinilo: el director, como buen coleccionista, abomina de Internet y los mp3.





Hoy (ayer) hubo sólo película nocturna, que es lo que me permitió el ensayo del Mesías. Da la casualidad de que los protagonistas se llaman Lamb of God, a cuyo cantante, Randy Blythe, se le ve santiguarse antes de salir al escenario, pero cuya música digamos que no se parece exactamente al Mesías. Lamb of God sacan su sexto disco, que llega a número 2 en la lista de Billboard y consigue una nominación a los Grammys, pero es 2012 y de vender discos no se vive, así que se lían a hacer bolos por todo el mundo. La película se detiene en varios fans de la banda: un taxista metalero de Medellín que ha vivido los peores años del cártel de Medellín y se ha librado de ser asesinado como varios conocidos suyos; una chica india a la que miran mal porque se tatúa, no viste como debiera vestir una buena chica india, y le gusta el heavy metal. Y en esto, llegan a Praga y la policía detiene y encarcela a Randy porque dos años atrás, en un concierto de Lamb of God en dicha ciudad, un chico que se subió al escenario fue empujado, con tal mala suerte que se rompió la crisma contra el suelo y murió. Y mientras tanto, la película sigue en pleno rodaje, documentando el marrón que se tiene que comer Randy, que se declara inocente, y cómo lo vive él y la banda, y el juicio en Praga. En resumen: otra excelente película sobre personas, con intervención de famoso completamente superflua (aquí, Slash) y con nombre de canción. Aquí dicha canción.