martes, 30 de diciembre de 2014

Keep calm and raca raca

Partido de fútbol País Vasco - Cataluña, en el estadio de San Mamés, Bilbao, País Vasco. En la foto aparece el marido de Shakira y otros colegas de La Roja (nombre familiar de la selección española de fútbol) sujetando pancartas reivindicativas.

Obsérvese cómo, o más bien por qué, brillan los idiomas que se hablan en la nación de la selección anfitriona.


Zorionak eta urte berri on.



lunes, 22 de diciembre de 2014

Y llega la navidad

Llega la lotería: oficialmente, es navidad.



Y con eso que llevo de navidades desde antes de verano entre Mesías y villancicos barbershop, no ando nada navideña. Más bien ando con un disco que ha salido hace poco y que parecía no salir nunca: el álbum de debut de Azealia Banks. Que está muy bien. Es del tipo "The Archandroid", muy entretenido y sorprendente, donde cabe de todo: desde la teenage Ramona (que no es Ramona pero eso me pareció al principio)...



...hasta los ritmos latinos, en español.



Aquí un videoclip de la nena morena.



Y aquí otros vídeos con canciones no navideñas de 2014. Como esta que Sharon Van Etten titula "Tarifa" (allí estuvo con su ex y allí escribió la canción) pero que tan poco tarifeña (léase flamenquito buen-rollito) es ella.



O este vídeo con muertos vivos, and the dead shall be raised incorruptible.



Feliz navidad.







PD Artículo de Diego Manrique donde cuenta cómo el bloqueo afectó negativamente a la música cubana, coincidiendo con el llamado "deshielo". Sobre el deshielo, el amigo de Burgos en Miami comenta que hay mucha visceralidad contra Obama y el castrismo. Coincide que los amigos de Burgos en Santander están en La Habana, y no se van a ver el pelo con los de Miami. Veamos cómo se desarrollan los acontecimientos. Feliz año.



PPD Uno de mis hits de niña a cargo del entonces conocido como Yoe Cúquer, RIP.



miércoles, 17 de diciembre de 2014

And all flesh shall see it together

Y ahí me presenté, en el Palau de la Música (Catalana, no olvidemos), con un atuendo con el que cualquier alumno de primero de estilismo me fusilaría (mi jersey Cobain, mis pantalones Merkel, mi abrigo rojo fresa de ejecutiva, mis zapatillas deportivas de suela balancín, pelo bastante más Cobain que Merkel), para cantar El Mesías con cuatrocientos y la madre y la orquesta y coro The Age of Enlightenment, dirigidos todos por Robert Howarth, un inglés muy actor y muy divertido, o sea, muy inglés, que le pone mucho entusiasmo al asunto. La consigna de Howarth se resume en lo primero que nos dijo: somos un coro de ópera y tenemos que cantar el Mesías como si fuera ópera y que no decaiga el excitement. Aquí sale Howarth hablando de su visión del Mesías como algo que a ratos da miedo: nos recordó que el Aleluya no es un coro feliz tralarí tralarí, pues viene inmediatamente después de un tema que dice: "Los quebrantarás con una vara de hierro, les harás pedazos como a vasija de alfarero". El monstruo despedazador vive y reina for ever and ever. Jo qué miedo. A mí de niña me aterraba la historia del juicio final, incluidas las trompetas de la banda sonora.





Me toca en un lateral de la primera planta, justo al lado de los bajos: ¿no quieres cantar algo difícil? ¡cántalo al lado de gente de otra cuerda! En fila de atrás: afortunadamente, porque así canto de pie y no sentada.

Creía que el momento M iba a ser cuando las contraltos arrancamos con el primer número del coro, "And the glory of the Lord" (la gloria del Señor se revelará, y toda la carne junta lo verá). Pues no. El momento M fue cuando canto la pieza imposible, el Amén, al lado de los bajos, que por descontado entran cuando entran y cantan otra cosa, y no sale ningún desastre.

Lo peor: que después del Amén se acaba el Mesías. Eso, si al director no le da por hacer el tradicional bis del Aleluya, cosa que sí pasó hoy (ayer) martes.

Salió realmente bonito. Aquí una de mis piezas no corales favoritas del Mesías, otra de las que dan miedo: sonará la trompeta y se levantarán los muertos incorruptos: una de zombis, vamos. Si hay vídeo del participativo de este año, lo incrusto.



sábado, 13 de diciembre de 2014

¡Gueropaaaaa!



Ha habido varias famosas historias de tensión entre teloneros y cabezas de cartel en conciertos. Hendrix toca antes de los Who en Monterey: Hendrix quema la guitarra. Antes de eso, se cuenta que Jerry Lee Lewis tocó antes de Chuck Berry en un concierto organizado por Alan Freed allá por los 50: Jerry Lee quema el piano; si es leyenda urbana, lo que debe de ser cierto es que Jerry Lee quemó un piano y le llegó la fama de quemapianos. En la muestra de bandas del momento, 1964, que recoge la película "The T.A.M.I. Show", los que cerraban el show eran unos ingleses bastante novatillos cuya actuación, la primera que darían en los Estados Unidos, iba precedida de la de nada menos que James Brown. James Brown on "The T.A.M.I. Show", cuya cinta de vídeo, absolutamente pirata, llevaba Sting años desgastando cuando cantaba con The Police lo de when the world is running down...



James Brown on "The T.A.M.I. Show" estaba hecho una furia: ¿cómo se atreven a quitarle el puesto de honor, a él, a James Brown, unos mocosos que no les conoce ni su abuela, unos tales Rolling Stones?

Aquí la furia en trance. Y así adelanta la ciencia: del cine al VHS al YouTube.



Y después de tal show, ahí aparecen los novatillos ingleses.



Cincuenta años cincuenta después, se estrena el biopic de James Brown. Lo destacable del asunto es que lo produce (o sea, pone pelas) el cantante de la banda de novatillos del T.A.M.I. Show, que la película menciona al cuarto de hora de empezar o así. Lo otro destacable del asunto es que en España el biopic de James Brown se titula "I feel good", por la famosísima canción. La película recrea esta aparición tan surrealista de James cantando esta canción en una comedia de 1965 con Frankie Avalon.



La canción con la que empieza y acaba la película no es "I Feel Good", pero es la bomba.



Sobre la película en sí, debo de tener un tema con los biopics musicales porque tienden a aburrirme soberanamente (excepciones que yo recuerde: "Control", "Bird", "Amadeus" y creo que prou). Este es del tipo de "La vie en rose" (por la famosísima canción: título original, "La Môme", apodo de la Piaf); también va de flashbacks y flashpatrás y flashpalante conectados mediante asociaciones más o menos o más bien menos evidentes e incluso más o menos oníricas; y también tiene un actor principal bien caracterizado: a destacar el supertrabajazo de baile por parte de Chadwick Boseman, con todos los pasos de Brown incluidas las espatarradas consecutivas de Brown.

Por lo demás, Brown la persona aparece como un déspota ególatra, violento y tacaño: vamos, una monada de criatura. No fue un santo, desde luego, como tampoco lo fue Amadeus. Pero la película parece que anda tan concentrada en la forma que se olvida de la historia. Hay aspectos que quedan turbios o sólo se mencionan de pasada: la primera escena muestra a Brown enloquecido y peligroso, pero cómo llegó a ese punto no se sabe, como tampoco se sabe nada de los otros negocios de Brown, que "pasaban por aquí". Por no hablar de los personajes: en general, floreros, excepto Brown, puro genio y pura megalomanía a la vez, y su sempiterno colaborador Bobby Byrd, santa sea su paciencia, en el papel de pringado al que Brown roba el puesto en la banda y luego la banda, eso para empezar, pero que hasta que dijo "puerta" pasaron muuuuuuuuchos años y hacía muuuuuuuuuucho que se había ido Maceo, el reivindicativo, por el que sabemos cosas que la pelicula ni siquiera apunta (por ejemplo, que Brown no pagaba impuestos). O sea, que o floreros o caricaturas.

Se salvan las magníficas interpretaciones y los números musicales, donde los actores se salen bailando y haciendo playback con la música de James.



El título original es "Get On Up" por la famosísima canción, que realmente se titula "Get Up (I Feel Like Being a) Sex Machine". En ese tema toca el tal Bootsy que entra como bajista tras la revuelta de la banda con Maceo: el mismo Bootsy que también "pasaba por aquí":



Lo de "get on up" es la respuesta que da Bobby Byrd, el mismo, a aquello que dice James de ¡Gueropa!



sábado, 6 de diciembre de 2014

Panegírico a Madonna...

...a cargo de Xavi Sancho.


Ya está dicho todo.


Quién me lo iba a decir a mi hace 30 años...

(Esta es su canción de debut de hace 32 años. Era la sintonía de un programa de pop del momento de la radio de Burgos. Luego me enteré de quién era: entonces no soportaba su música, pero me gustaba su imagen de punkygótica de maquillaje y peluquería. La canción de debut tiene su gracia.)



Aquí el vídeo del Jesucristo negro que menciona Xavi Sancho. La canción, y ella misma, aparecen en un anuncio de Pepsi...



...pero sale el vídeo del Jesucristo negro y Pepsi retira la campaña publicitaria.



De eso ya hace 25 años. Madonna tiene 56, ahí sigue, y sus economías van viento en popa.



viernes, 28 de noviembre de 2014

Gracias por la música



Coincide el día de Acción de Gracias, alias día del pavo, con el 72 cumpleaños...


...y se anuncia para el día siguiente, el de las rebajas post-pavo, el enésimo disco de material inédito editado del chico del 72 cumpleaños. Sonoro bostezo. En el disco aparece un tema donde el chico del cumpleaños "no" toca la guitarra.



El biopic con André 3000 en el papel de chico del cumpleaños ya se estrenó por ahí; por aquí no.



Por aquí se ha estrenado hoy el documental de David Bowie, el que coincide con la antología navideña.



También se ha comentado en la prensa lo del futuro documental sobre el paisano y colega de club Forever 27 del cumpleañero, cuya productora ejecutiva es La Chavala. Con respecto a la implicación de La Zumbada, hay quien dice que sí, pero parece que no. Por lo demás, parece que al final no va a haber musical de Broadway.



Qué racha con los documentales, por Tutatis.

Por el lado no documental, ha sido el 40 aniversario del fallecimiento de Nick Drake. Esta canción tiene 40 años.



También está siendo el 30 aniversario con revival del pastelón navideño dedicado a los pobres africanos que no saben lo que es la navidad los pobres, pero ya está bien de revival. Aquí van novedades, ¡yupi! Vuelve Kim Deal. La acompaña su hermana gemela y el batería de Slint, que ya tocó con las Breeders.



En terrenos más ibéricos, acaba de sacar disco el portugués de la lambretta.



Y los pucelanos yankófilos nos vienen en su nuevo disco con que no hagamos revival. Viva el futuro.



miércoles, 19 de noviembre de 2014

Todo sigue igual



El raca-raca.


El otro raca-raca.



...50 años de carrera lleva el Nano, fa la tira d'anys que té vint anys. Por cierto: Lo nuevo de viejas glorias.



En relación con ello: El disco de recopilación con tema nuevo, con vistas a navidad. Este, de uno que lleva tantos años de carrera como el Nano, se llama, casualmente, "Nothing Has Changed"; quién lo iba a pensar del mismo tipo que hace cuarenta y tantos años cantara aquello de ch-ch-ch-ch-changes.



El déjà écouté de las jóvenes promesas. Este es una especie de Adele pero en chico. Hasta el nombre, que es el apellido suyo de veras, suena a déjà vu (cierto compositor de la Motown, concretamente.)



Preguntar otra vez a los alumnos por música "inequívocamente de la década de los 10" y que me digan Radiohead, Animal Collective y unos tales CSS que resultan ser Cansei de Ser Sexy. Olé la década de los 10.





Y seguir siendo una de las cuatro pelagatas que ve documentales musicales fuera del In-Edit. Ponen en los cines el que clausuró el In-Edit de este año, que se supone que va sobre el día número 20.000 de la vida de Nick Cave, pero lo que hace Nick Cave, el chico analógico en la era digital (se despierta con despertador, escribe con máquina de escribir, su contestador automático es de los de cinta cassette), es básicamente reflexionar sobre su visión de la actuación como experiencia transformadora y la composición de canciones como narración de historias donde el recuerdo se hace imprescindible (lo que más teme Cave en esta vida es perder la memoria; en cierta ocasión dice más o menos, "la composición se basa en el contrapunto: por ejemplo, ponemos un niño al lado de un psicópata, a ver qué pasa, y después ponemos a un payaso en un triciclo; y si no pasa nada, matamos al payaso"); entre reflexión y reflexión, cuenta alguna anécdota sobre su vida (el padre que le lee el primer capítulo de "Lolita" cuando era niño; el concierto donde comparte cartel con Nina Simone y donde ella se transforma de superborde en el camerino a magistral en el escenario; la rutina de meterse en una iglesia antes de ir a pillar jaco en su época yonqui...) El documental es artificio puro y duro (por ejemplo, ¿qué hace el psicoanalista ante la cámara sino ejercer de entrevistador?) y parece destinado a la promoción de su último disco (por ahí va también el documental que se va a estrenar sobre Bowie, coincidiendo con su recopilatorio navideño); pero, aparte de lo que cuenta Cave, que tiene su miga, vemos actuaciones donde se muestra como uno de esos artistas superintensos a lo Jim Morrison o Patti Smith, en escena y en el local de ensayo (como en aquel tema donde aparece Miley Cyrus en la piscina, yo imagino que muerta: anda en YouTube.)



A destacar la aparición de Kylie Minogue, que parece una chica maja, y la casa de Warren Ellis al lado del mar con vistas a los acantilados blancos del sur de Inglaterra, con pinta muy bonita por dentro; Warren parece ser un fabuloso cocinero además de multiinstrumentista.



Por cierto, hablando del In-Edit, colgaron en YouTube la canción del festival (novedad de este año: esto no sigue igual), con imágenes del público en el cine: yo no me vi, nosotros te vemos.



PD ¿La polémica sobre la lista del Rockdelux? Ahí se peguen el Carrillo, el Manrique y el Matías. Por mi parte, si me dan a elegir entre Public Enemy, Sabina y Amaral, lo tengo clarísimo. Don't believe the hype.


lunes, 3 de noviembre de 2014

El tute anual 2014 (y 4)

Las cuatro últimas han sido musicalmente muy variaditas. Los protagonistas son:

1. Un cantautor. "Heaven Adores You" cuenta la historia de Elliott Smith a través de allegados y de entrevistas del propio Smith. Básicamente, lo que cuentan es que, aunque la impensable nominación al Óscar de su canción de la película "El indomable Will Hunting"...



...le haya afectado negativamente la vida, Elliott Smith era más complejo que aquel tipo depre que no soportaba la fama y que apareció muerto de dos puñaladas en el pecho (no se ha confirmado oficialmente que fuera suicidio): tiene sentido del humor y sonríe. Pero la película presenta lagunas sobre la persona: por ejemplo, se cuenta que fue un niño feliz, pero no qué pudo haberlo convertido en un adulto no tan feliz; que hubo mala relación con el padre, pero no qué ocurrió, ni cómo le afectó; ni por qué se cambió de nombre (era Steve antes de mudarse a Portland, Oregón); ni por qué pasó de cantar temas punk con su banda a convertirse en el cantautor a lo Paul Simon / Nick Drake que conocemos. Queda la bellísima música que hizo.



2. Un rapero. Nas se explica más de lo que explican de Elliott Smith. Habla de las circunstancias de su vida e influencias musicales que inspiraron su disco de debut, de 1994, it was twenty years ago today, uno de los hitos del hip hop de todos los tiempos.



Su circunstancia vital es bastante imaginable. Él es de un barrio neoyorquino de viviendas de protección oficial del que se fueron los blancos y quedaron los negros; a partir de los años 70, la crisis en Nueva York coincide con la entrada del crack en los ghettos, el tráfico de drogas como fuente de dinero fácil y la aparición de pandillas y violencia; el amigo de la infancia de Nas es asesinado, y unos cuantos conocidos suyos encarcelados, si es que viven. Nas, de padre músico, y que creció rodeado de libros, se echa a rimar, se erige como "representante de los ausentes" (los muertos y encarcelados) y hace del hip hop "la CNN del barrio", como diría Chuck D. Lo sorprendente que cuenta la película es que la universidad de Harvard pide a Nas que ceda su nombre para unas becas de dicha prestigiosa universidad a investigadores del hip hop. Y ahí le vemos, en Harvard nada menos.



3. Un clásico. Es mala pata que coincidan a la misma hora dos películas sobre música no pop-rock, así que hay que elegir entre Duke Ellington o Mahler. Elijo a Mahler. El director de la película es el homenajeado de este año en el In-Edit, Frank Scheffer, director de aquella que pusieron hace unos años sobre el director de orquesta iraní que vuelve a su país para intentar formar una orquesta e interpretar a Mahler, precisamente. En la película de este año, un festival de 1995 dedicado al compositor se convierte en una excusa para mostrar la visión de varios directores sobre las sinfonías de Mahler y la plasmación de dicha visión durante los ensayos de las orquestas, con las imágenes mostrando la cara de cada uno de los directores mientras dirige, desde el gesto más contenido de Bernard Haitink hasta el más apasionado de Riccardo Muti. No hay trailer de la película, pero hay algo del festival por ahí. (Por otra parte, me comentan que la película sobre Ellington es "normalita".)



4. Un grupo pop de mi juventud. Los londinenses Spandau Ballet cuentan su historia a través de imágenes de la época: su origen de clase obrera, su debilidad por el soul, sus inicios como banda de nueva ola con varios nombres hasta que dan con un club en Soho de tendencia glam donde terminan convirtiéndose en banda residente con su versión definitiva, tomando el nombre de un graffiti en un wáter de Berlín, y marcando una tendencia de música y moda etiquetada como "nuevos románticos"; ...



...la eclosión de grupos de "nuevos románticos" a partir de su éxito; la búsqueda de un sonido que les diferenciase; el contexto sociopolítico de la época, con las huelgas, la Thatcher y la Lady Di; sus giras internacionales; su estrellato; y la cosa sigue y sigue, con la conversión de dos de ellos en actores cuando el grupo estaba a punto de disolverse, la disolución, la demanda por royalties, el juicio, el mal rollito, la reunión años después, el concierto de reunión. La película se hace un ejemplo palmario de cómo estropear un fantástico artefacto pop estirando el metraje hasta el aburrimiento soberano.



domingo, 2 de noviembre de 2014

El tute anual 2014 (3)

Mientras la ciudad se nos pone de un jalogüín subido, los documentales musicales se nos ponen de un estupendo igualmente subido. El viernes cayeron tres. El primero, el español que toca este año, es muy internacional (cosa inusual en documentales españoles), con gente de varias nacionalidades que habla en varios idiomas, y trata de algo de lo que yo no tenía ni idea pero que ya viene de lejos, la música (y vídeo de animación) que se hace con videojuegos y otros dispositivos viejos de 8 bits del tipo Game Boy, Atari y Commodore. La película muestra mayormente la escena europea actual; de ahí su título, "Europe in 8 Bits". Es una escena preciosa, donde conviven la filosofía punk de haga usted mismo lo que le dé la real gana, el empeño de desafiar las limitaciones de los 8 bits, y el acto político de cuestionar a través del rescate y reciclaje de aparatos la idea de que lo nuevo es mejor y, por ende, hay que consumir lo nuevo y tirar lo viejo aunque aún sirva. Me he encontrado con una cara conocida: Fela Borbone, el fabricante de guitarras de los Borbones, que sigue haciendo gala de un sentido del humor asombroso y construyendo instrumentos electrónicos con microchips y aparatos viejos que se sostienen en palos de escoba, todo ello recuperado de la basura. El director del documental tenía que ser de Valencia, como los Borbones y la "música máquina" vieja.



La película empieza con un ejemplo de música y vídeo hechos con aparatos de 8 bits.



El segundo documental es el que inauguró el In-Edit de este año, probablemente el mejor de los que he visto hasta ahora, que entra, como muchos de mis documentales favoritos en la historia del In-Edit, en la categoría "películas sobre personas". La película transcurre en el día del último concierto de la gira británica de Pulp tras su reunión, que dieron en su ciudad, Sheffield, en diciembre de 2012. Ahí, Jarvis y compañía reflexionan sobre la vida, la fama, la edad, la presión de actuar ante un público al que conocen; Candida habla de la artritis que padece desde los 16 años y que se negaba a admitir. Mientras tanto, aparece la "common people" de Sheffield hablando de Pulp y de ellos mismos: el carnicero, el pescadero, el del kiosko, la bibliotecaria, la madre de Jarvis, tres niñas, un músico "escapado del manicomio" (sic), dos señoras mayores, un profesor universitario, una chica que va a aguagym y hace sus propias bragas de Pulp, las fans que se concentran en la puerta, entre las que hay una americana de Georgia que viaja expresamente a Sheffield a ver el concierto y vuelve el día siguiente a Georgia; un grupo de danza, un coro de mujeres cantando "Common People" y un grupo de gente "de cierta edad" en una especie de comedor cantando "Help the Aged".



Y, obviamente, momentos de la actuación de Pulp, y otras actuaciones anteriores, incluida otra en Sheffield que califican de desastrosa. Y la teatralidad que derrocha Jarvis. Todo ello mostrado con un inmenso cariño hacia los componentes de la banda y los habitantes de la ciudad que los parió.





El último documental del viernes es de una categoría con la que no me he encontrado en el In-Edit hasta la fecha: la de "películas sobre coleccionistas". El director de la película colecciona compulsivamente discos navideños: al principio de la película, se le ve en la tienda de discos Amoeba de Hollywood arramblando con CDs y, especialmente, vinilos. Explica que, a los cinco años, oyó por primera vez esta canción y pensó que Nat King Cole hablaba de él: era un niño sin padre, como el de la canción. El niño tenía la esperanza de que volviera el padre, pero nunca ocurrió...



...y, de adolescente, comenzó a ver la navidad como una farsa, pero no había canciones que reflejaran su sentimiento, hasta que encontró esta maravilla anticrismas featuring el mismísimo Miles Davis, ...



...que fue la que desencadenó su furia coleccionista de discos navideños, especialmente aquellos que no incluyeran temas como los que he cantado yo en mi coro de barbershop (que se mencionan específicamente en la película: "Jingle Bells", "Have Yourself a Merry Little Christmas"). Y así, hablando con otros coleccionistas de música navideña (y con John Waters, que reaparece en este In-Edit junto con Divine, esta vez como artífice de una recopilación navideña, y que le pispó al director el disco por el que más pagó, según contó en el coloquio), nos encontramos con una entretenidísima selección que incluye un Santa Claus negro y uno latino, un Santa Claus que llega en un misil nuclear, unas navidades en Vietnam, villancicos soul, villancicos hillbilly, villancicos hip-hop, uno pelín guarrindongo (o más bien, al oír aquello de "back door Santa", pienso mal), y temas navideños a cargo de Low y los Flaming Lips, entre otras joyas como la que viene a continuación. Todas las canciones, en disco físico, a poder ser, de vinilo: el director, como buen coleccionista, abomina de Internet y los mp3.





Hoy (ayer) hubo sólo película nocturna, que es lo que me permitió el ensayo del Mesías. Da la casualidad de que los protagonistas se llaman Lamb of God, a cuyo cantante, Randy Blythe, se le ve santiguarse antes de salir al escenario, pero cuya música digamos que no se parece exactamente al Mesías. Lamb of God sacan su sexto disco, que llega a número 2 en la lista de Billboard y consigue una nominación a los Grammys, pero es 2012 y de vender discos no se vive, así que se lían a hacer bolos por todo el mundo. La película se detiene en varios fans de la banda: un taxista metalero de Medellín que ha vivido los peores años del cártel de Medellín y se ha librado de ser asesinado como varios conocidos suyos; una chica india a la que miran mal porque se tatúa, no viste como debiera vestir una buena chica india, y le gusta el heavy metal. Y en esto, llegan a Praga y la policía detiene y encarcela a Randy porque dos años atrás, en un concierto de Lamb of God en dicha ciudad, un chico que se subió al escenario fue empujado, con tal mala suerte que se rompió la crisma contra el suelo y murió. Y mientras tanto, la película sigue en pleno rodaje, documentando el marrón que se tiene que comer Randy, que se declara inocente, y cómo lo vive él y la banda, y el juicio en Praga. En resumen: otra excelente película sobre personas, con intervención de famoso completamente superflua (aquí, Slash) y con nombre de canción. Aquí dicha canción.





viernes, 31 de octubre de 2014

El tute anual 2014 (2)

Hoy (ayer), dos historias de.

La primera es un documental convencional hasta decir basta que trata de algo sobre lo que apenas tenía idea: el sintetizador analógico modular. Los primeros aparecieron en los años 60 en circunstancias diferentes, incluso opuestas. En Nueva York, Robert Moog, un fabricante de theremines (instrumentos precursores del sintetizador) desarrolla un sintetizador en un contexto académico; en San Francisco, paralelamente y en un contexto mucho más hedonista y alternativo, el movimiento hippy, Don Buchla se alía con un par de compositores para hacerse su propio sintetizador. Y sin embargo, el nombre que quedó asociado con los sintetizadores es el de Moog: como buen empresario, tenía que vender su producto (entonces, carísimo, como todo sintetizador de la época), y para ello, se le ocurre engancharle un teclado para que un músico normal no se asuste con tanta válvula y tanto cable; mientras tanto, los del Buchla querían algo diferente a lo que existía y "no se vendían", y así les fue a ambos: el Moog (y el más asequible Minimoog) se hizo superpopular, y el Buchla quedó como algo elitista, lo cual se refleja en sendos discos de los años 60: el difícil "Silver Apples of the Moon", de uno de los compositores colaboradores de Buchla...



...y el popular "Switched-On Bach", donde Walter (ahora Wendy) Carlos se aproxima a la música de Johann Sebastian con su Moog.



Repetimos: son los años 60. Cuenta la película que se vendieron unos cuantos sintetizadores en el festival de Monterrey. Repetimos: en el festival de Monterrey. Allá donde Jimi Hendrix quemó una guitarra.

El sintetizador hizo especial furor con Keith Emerson (Lake and Palmer), que lo usó en giras. No es extraño que los punks, en su confrontación con todo lo que se parezca a rock progresivo, huyeran de él como de la peste. ¿Todos? ¡No! Un punk guitarrero llamado Gary Numan entra en un estudio, ve un sintetizador y le cambia la vida.



Y en esto llegan los 80, los sintetizadores se hacen caros de mantener, y llegan los sintetizadores digitales y después los ordenadores, mucho más baratos, que hacen obsoletos a los sintetizadores analógicos. Pero, como con todo lo demás, hay un revival, que surge con el acid house, y ahora tenemos enamorados del analógico y los cables. Vale, la película es convencional hasta decir basta, pero me ha mostrado cosas de las que posiblemente un entendido en el tema esté aburrido de oír. Entiendo al amigo que se enteró de cosas con aquel documental sobre Bob Marley que se proyectó en salas comerciales.



Tampoco tenía mucha idea del tema de la otra película, Sarah Records, aparte de un disco de Heavenly, el grupo de una ex-Talulah Gosh que acabó cansada del carácter democrático de dicha banda y de cantar las letras de los demás, y quería ejercer de líder dictatorial. Vaya, recuerdo la democracia de cuando la radio de Rutgers y, para variar de lo que me suele pasar en la música, me gustaba más que la dictadura.



Sarah Records es el sello independiente de una pareja de fanzineros de Bristol con su ética punk hágalo usted mismo a lo Juan Palomo y pase total de industria y de negocio: uno más. El sello publica 100 discos y al disco número 100 lo clausuran con una fiesta por todo lo alto (y la pareja se separa). La pareja cuenta la historia siguiendo cronológicamente la lista de los 100 discos que publicaron. El producto que producen es twee décadas antes de que se sacaran de la manga la etiqueta "twee". De hecho, comentan que les llueven críticas de la prensa musical donde les califican de "twee" como un insulto (en los subtítulos se traduce como "afeminado": no.) Ellos podrían habérselo tomado a la James Brown: say it loud, I'm twee and I'm proud. Pero son muuuuuuuuuuuuuuuy sensibles y se lo toman fatal. En su acérrima defensa salen John Peel, que en paz descanse, y Everett True, que en la película aparece. En general, y salvo las famosas excepciones que confirman la regla...



...me temo que doy la razón a la prensa musical: la música me parece muy lánguida y con horchata en las venas. Para colmo, la película es larguísima, y aunque de vez en cuando salen observaciones sobre lo que costaba sacar adelante una independiente con escasos medios en provincias en la era pre-Internet u oponerse al machismo, el sexismo y la homofobia reinantes (y aunque sale el pre-twee super-twee Calvin de K Records / Beat Happening, que tiene bastante más que horchata en las venas), la película aburre a las vacas con tanta mención a tanto grupo, alguna de las cuales con cero chicha, y sobra como la mitad del metraje. Sonoro bostezo. No me quedé al coloquio.



miércoles, 29 de octubre de 2014

El tute anual 2014 (1)

Comienza el In-Edit en pleno otoño en la playa en bikini con castañas y boniatos, una vez más. Este año coincide con la fiesta del cine y la organización se apunta a lo de las entradas baratas, aunque lo compensa con "sesiones especiales" (entre otras, la de inauguración y la de clausura) más caras donde, al contrario de otros años, no valen los abonos. Así que dejo la película de inauguración para otro día, paso el fin de semana con mi coro de barbershop madrileño, y no comienza el tute anual hasta el lunes, con la película gratuita, que es, una vez más, la ganadora del In-Edit de Brasil.

La ganadora del In-Edit de Brasil toma la figura del bailarín Nelson Triunfo como pretexto para contar la historia de la movida de "bailes soul" que se originó en Rio a finales de los años 60 pero que vemos desarrollarse en São Paulo y convertirse en movida hip-hop. En plena dictadura militar, los bailes soul o bailes black eran eventos políticos en tanto en cuanto la gente reivindicaba el orgullo de ser negros, influidos por el black power y la música negra norteamericana, particularmente James Brown, que actuó en Brasil en 1978, con Triunfo ejerciendo de groupie (y perdiendo la capa que Brown le regaló).



Este Nelson Triunfo es un pernambucano (Triunfo es el nombre de su pueblo) que se convierte en una figura conocida en el circuito de bailes soul de São Paulo por su forma de vestir, su estilo de bailar ("una mezcla de funk con xaxado", se dice) y su amplia cabellera (su seña de identidad, que aún conserva), de donde le viene el apodo de "El Hombre Árbol". En esto que, coincidiendo con la eclosión del hip-hop en los Estados Unidos, "Nelsão" se plantea sacar a su grupo de bailarines funkys de los bailes y trasladarlo a la calle, comenzando así un movimiento de hip hop, graffiti y breakdance a la brasileira que florece a pesar de los encontronazos con la policía, y que lleva a Triunfo a realizar una labor social en escuelas de barrios pobres (de la que se habla en la película pero que no queda documentada). Triunfo, que cumple hoy (ayer) 60 años y no para quieto cuando no baila, es un tipo old skool, de los que usan el hip hop de forma positiva contra la violencia (como dijo en el coloquio post-proyección, "si mi padre me da un arma, mato; si mi padre me da un micro, canto"); no en vano la película se cierra con Triunfo bailando con b-boys en Nueva York y São Paulo mientras suena el "Rapper's Delight". La película destila paz, amor y buen rollito, pero tanto angelismo y tanto buenismo mezclados con hagiografía pura y dura se ven compensados con la pasión y la alegría contagiosa que le echan Triunfo y sus compañeros de baile soul y baile break al asunto. Y Nelsão se nos revela en vivo y en directo como un personaje entrañable y cercano. Salgo del cine con una sonrisa de oreja a oreja. El tipo made my day, que dirían los americanos.



Hoy (ayer) volvemos a las alucinantes colas para documentales musicales que normalmente no encontramos en ningún documental musical salvo en el In-Edit, y no precisamente en la película gratuita. Toca programa doble. La primera es una película de las larguitas cuyo punto de partida es un musical de Broadway sobre Fela Kuti, que ni hace música fácil (sus temas son larguitos, poco tarareables y aún menos radiables), ni se le acaba de entender en Broadway, ni tiene una personalidad digerible en Broadway (con su, por decirlo suavemente, muy políticamente incorrecta visión de la mujer, el sexo o el sida que lo mató, por ejemplo), y para colmo, pretenden meter a su música (interpretada por Antibalas) un tambor parlante que no tiene que ver con Fela (para desesperación de los propios Antibalas). Y a partir de ello, que suena de todo punto horrible salvo lo de Antibalas, surge bajo la publicidad del musical un emotivo homenaje a la figura de Fela en forma de historia de su vida y su contexto, con sus luces y sus sombras, contada por sus hijos, sus músicos, su novia activista americana y otros allegados, así como el propio Fela en imágenes de archivo, con alguna intervención puntual como la de Paul McCartney describiendo sus impresiones en su visita al club de Fela en Lagos, el Shrine. Sin embargo, la película no me deja con ningunas ganas de ver el musical de Broadway que publicita, por muy buenas que sean las interpretaciones (que lo son, la de Antibalas y la del actor protagonista del musical); ya hubo un Fela, el original, y ver imágenes de él en acción da mucha alegría.





La película sobre Divine, la drag queen de "Pink Flamingos", me produce la impresión contraria: que lo que hay que ver de Divine no es el (vulgarcillo) documental, sino sus (transgresoras) películas.





miércoles, 22 de octubre de 2014

Vivo cantando, hey

Pues sí: ando en el trimestre más cantarín de mi existencia, con un taller de standards de jazz en un centro cívico...



...(donde hay una chica que canta los standards como si fueran copla y queda más coplera que la Pasión Vega, que es coplera y ha cantado standards)...



...además de andar con repertorio navideño desde el verano, cosas que pasan con esto de los coros. Esta la canto con el de barbershop.



También ando en plena temporada de ensayos del Mesías, en principio con unos cien "nuevos" como yo, a los que se añadirán los "antiguos" en el próximo ensayo. Vaya con los nuevos: se saben la partitura mejor que Händel, o eso parece. Y resulta que nuevos, nuevos, lo que se dice nuevos, no son: hay una que lleva 15 años cantando el Mesías, por ejemplo.

Con el Mesías he llegado a la conclusión de que soy una friki musical (una vez más). Un par de indicios de frikismo musical:

a) Si, estando en el autobús municipal, oyes la señal que precede al anuncio de la próxima parada, dos notas en Barcelona, y lo primero que te viene a la cabeza es responder "goodwill". (Lo mismo me pasó en el supermercado en la época en que estudiaba solfeo para principiantes: oigo la señal que precede a lo de "señorita Jessica, acuda a caja, por favor", tres notas en el supermercado en cuestión, y lo primero que me viene es cantar eso de "do, mi, sooooool").



b) Si, estando en plena labor doméstica, abres una cremallera y el ras-ras de la misma cremallera al abrirse te recuerda el inicio del "Surely He Hath Borne Our Griefs". (Esto que viene no es un Mesías navideño, para variar.)



Un tercero sin relación especial con el Mesías, c) Si todo en la vida se te convierte en una canción, parafraseando el "La la la" que popularizó Massiel. Los hay mucho más exagerados que yo; por ejemplo, un madrileño que yo me sé. Esta de los Smiths (ya que el vegano antitaurino con pretensiones de autor-clásico-Penguin que allí cantaba vuelve a ser noticia) se la he oído varias veces.



Y acabo recordando a Mark Bell, un chico que produjo varios discos de Björk, con unos cuantos temas muy cantarines como este, y que falleció recientemente a los 43 años, muy joven.



miércoles, 15 de octubre de 2014

Esto está muy parado...

...y como estoy muy ocupada en el trimestre más cantarín de mi existencia, lo cual contribuye a que esto esté muy parado...

...aquí un par de discos muy tralarí tralarí, que por algo me ha dado cantarina.

A saber: el nuevo de Sondre Lerche, el noruego tralarí tralarí, aunque "con misterio", que dirían en el Sálvame con referencia a cierta "agüita"...



...y el nuevo de Caribou, que de alguna manera me recuerda lo que dice el Retromanía de los discos de la familia que te encuentras en el desván y que es un descubrimiento y que los produces con efecto polvo y telarañas de tantos años en el desván y ahí está lo moderno. Es pop electrónico igualmente tralarí tralarí; tal vez no tanto por tarareable como por susceptible de que le pongamos capas de coros por encima.



(Morrissey también: vale.)

sábado, 27 de septiembre de 2014

Ay, la vejez

Que la vejez sea un disfrute de viajes del Imserso, sesiones de aguagym y tesis doctoral a la vejez viruelas es algo que no nos está garantizado. Depende de una combinación de factores: genética + estilo de vida + no sé, potra malaya.

Ejemplo de va a ser que no: mi padre. Se encontró sin trabajo con 62 o 63 años, y al poco de jubilarse oficialmente, catapum, le diagnostican un Parkinson. No tenía más vicios que el fútbol y la faria de los domingos de fútbol: en casa hubo un tiempo en que bebíamos (alcohol) las mujeres (mi madre y yo).

Ejemplo de lo contrario: Keith Richards, yendo de bolos con 70 para 71 años y con pintas de dar la razón al inventor de aquel chiste de la guerra nuclear y las cucarachas. Se ha metido de todo lo metible, hasta cenizas de su padre (según ha dicho).

Otros ejemplos de viejos activos: dos que acaban de sacar disco: Leonard Cohen, recién octogenario...



...(tan recién octogenario como Brigitte Bardot)...



...y Marianne Faithfull, 50 años de carrera, aunque más joven de lo que suponía (hace 68 en diciembre), y también famosa en tiempos por su mala vida. Esta de su nuevo disco la compuso Nick Cave, que acaba de cumplir 57 años y también tuvo su época de mala vida.



En contraste, acabo de leer lo de Malcolm Young de AC/DC, 61 años: demasiado joven para tener demencia.



Qué horror cuando cosas de estas pasan. Mi padre fue consciente de que le pasaba algo cuando iba a cantar y no le salía la voz.

En fin, que como dicen los clásicos, carpe diem, collige virgo rosas (la mención a los clásicos me recuerda el Premio Nacional de Periodismo Cultural para Diego Manrique y la discusión de ¿foreros? ¿forenses? del periódico sobre si la cultura popular es cultura o no lo es...)



...y ahí va gente más joven con disco nuevo, es un decir, ya que empiezo con Mark Lanegan, que este año hace los 50...



...y sigo con los New Pornographers, mayormente cuarentones...



...y continúo con un vídeo del último disco de aquellos de los vídeos curiosos, mayormente treintaybastantes...



...y acabo con unos beibis. Lo nuevo de Alt-J no sorprende tanto como su debut, pero siguen teniendo bastante aquel.

Enjoy yourself - it's later than you think.



lunes, 22 de septiembre de 2014

Mejor juntos...

...¡pero lo mío es MÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍOOOOOOOOO! (Perdón por las mayúsculas.)



Los escoceses votan que no a la independencia por la mínima (55/45), y, con la promesa de más autonomía para Escocia, se empiezan a considerar cositas. Por ejemplo, que los ingleses impidan a los no ingleses votar sobre asuntos específicamente ingleses, como se ha venido haciendo hasta ahora.

Bueno, al menos, Salmond dimite. En relación con el "neverendum" de acá (o sea, Cataluña; en inglés, "neverendum" quiere decir raca-raca), no dimite ni Dios. Costumbre muy española esta, por cierto.

(PD Y al día siguiente de escribir que aquí no dimite ni Dios, dimite el ministro al que encargaron una contrarreforma retrógrada de la ley del aborto que no tenía apoyos ni entre gente de su partido: no somos tan carcas, afortunadamente. Quien se lo encargó no dimite.)

Pero, como dice Aute, queda la música, y Escocia es un país muy musical.

Ya ha habido quien ha escrito que en Escocia no sólo hay gaitas: también están Simple Minds (¡aarg!) Y no sólo: el artículo echa un vistazo bastante variadito a la música pop-rock que se ha hecho en Escocia, con otros nombres bastante imaginables (Waterboys, Proclaimers, Franz Ferdinand, Belle and Sebastian, Orange Juice, Travis, Mogwai, Jesus and Maryprimal Scream, Teenage Fanclub...)



...y, como pasa con todas las listas, que son siempre limitadas, son todos los que están pero no están todos los que son. También son escoceses los Vaselines, que están a punto de sacar el segundo disco tras su reunión. Aquí un adelanto:



La asociación inmediata que hago con los Vaselines, aparte de ser la banda favorita de Kurt Cobain o algo así, es con otro grupo escocés de su época, los Pastels. Por donde pasó un Teenage Fanclub, por cierto. Y que también sacaron disco de regreso en la actual década de los 10. Pero esto que viene es de lo de antes.



Hablando de Simple Minds, aarg, hay otro grupo escocés al que cogí cierta manía...



Wet Wet Wet: horror.

Estos que siguen me gustaban, y también eran escoceses.



Estos tan deliciosamente horteras, también.



Y esos de la chica que cantaba en galimatías.



Y una banda de punkarras de donde salió el chico de Human League (famosa banda de tecno-pop no escocesa).



Y, volviendo a los Vaselines y a lo que me lanzó a añadir escoceses no gaiteros a la lista de escoceses no gaiteros del periódico, me acordé del segundo y último disco de la banda del chico Vaseline de cuando se separó de la chica Vaseline, banda que no pudo llamarse Captain America porque la Marvel no les dejó. El disco es de hace los consabidos 20 años, it was 20 years ago today, y se llamaba "Mary, Queen of Scots" en alusión a la reina de Escocia que conocemos como María Estuardo, y esta fue canción de la banda sonora de mi curso 1993-94 junto con "In Utero", "Live Through This", "Eine kleine Nachtmusik" y "Tropicália 2", entre otros.



Otra PD: Me acabo de reencontrar con esta canción de otros escoceses, los Shop Assistants, a través de un amigo de Facebook del Mike Appelstein que me dio a conocer a los Shop Assistants en la radio de la Rutgers.



martes, 16 de septiembre de 2014

Canciones que Peret nos enseñó

(de la misma manera que los Cramps nos enseñaron canciones.)

La lectura musical de este mes ha sido la biografía de Peret, de 2011, basada en artículos de prensa sobre el rumbero recientemente fallecido y entrevistas con él y allegados en general por parte del autor. La manera de escribir es super-hiper-española (los españoles tendemos a usar un lenguaje farragoso y redundante en lugar de preciso y al grano como los ingleses) y el libro peca por exceso de datos y anécdotas y descripción al detalle hasta de canciones ya no menores sino lo siguiente, algunas de lo más ramplón como aquella del último disco que sacó antes de hacerse pastor evangélico, una que se llamaba "El forat" (piensen mal y adivinarán de qué "agujero" se trata; para más recochineo, encontramos la letra traducida). Sin embargo, el trabajazo de investigación que se percibe detrás del libro es espectacular, máxime considerando la dificultad de encontrar cierta información y contrastar ciertos datos.

Una se ha llevado sorpresas leyéndolo. Para empezar, Peret no tenía ninguna intención de dedicarse profesionalmente a la música: lo mismo actuaba que ejercía de vendedor ambulante o lo que fuera para contribuir a la economía familiar (de hecho, pasó su primera infancia en una chabola), y tan igual le daba, que cuando grabó el primer disco, no firmó contrato.

La cara A del single llevaba la versión de este tema cubano:





En esa primera grabación ya había sentado las bases de la rumba catalana, que el autor del libro insiste, insiste, insiste e insiste hasta la insistente insistencia en que la inventó Peret y nadie más que Peret (vale, ya nos hemos enterado). La rumba catalana (también se insiste y se insiste) es un género pop, no flamenco, consistente en una mezcla de rumba con rock and roll con ritmos latinos, especialmente cubanos (mambo, pero no sólo). Así, no es casualidad que el primer disco contenga una versión de un tema de la Sonora Matancera; tampoco es mucha casualidad lo de los ritmos cubanos dado que la rumba viene originariamente de Cuba. Los rasgos distintivos de la rumba catalana, además del característico toque de guitarra percusivo que, años más tarde, un argentino trasplantado en Barcelona y conocido como Gato Pérez bautizaría como "ventilador", ...



...son las palmas, que se convierten en instrumento musical por derecho propio, y los coros, que no aparecen aún en el primer disco, sino en el segundo (tampoco firmó contrato).

Y así eran los principios de Peret: él con su guitarra y dos palmeros coristas. Tan económico como efectivo y refrescante.

Como dice la canción de Gato Pérez, el segundo disco, un EP, trae la bomba de neutrones: un tema que se convirtió en un hit entre los niños pijos de Barcelona, cantado por un gitano de chabola...



...que, por cierto, cita en esta canción dos temas latinos, uno de los cuales sonó hasta decir ya está bien la broma en la versión asaz facsímil de Manhattan Transfer.





Con Peret pasa lo mismo que con Elvis: que canciones "de Elvis" tipo "Hound Dog" tuvieron vida antes de Elvis. Para mi sorpresa de pura ignorancia, me encuentro con que algunos de los superconocidísimos superhits "de Peret" son temas latinos que Peret lleva a su terreno rumbero y convierte en "canciones de Peret". Aquí las originales: "songs Peret taught us".











(Siento la cuña publicitaria de alguien que va de DJ Jodecanciones, pero es lo único que he encontrado.)

Incluso la de la famosa lágrima que cayó en la arena resulta ser una versión rumbera sui generis de este bolero de 1949; Peret añade a la canción el conocido estribillo y un puente con diferente melodía.



Y claro que Peret también componía canciones propias, entre las cuales unos cuantos de sus megahits como el borriquito como tú, tururú, y aquella rumba olímpica Barcelona 92 que, curiosamente, surgió del reciclaje de un tema de sus tiempos de pastor evangélico que decía "Jesucristo es poderoso, Jesucristo tiene poder". Y de tales jesucristos poderosos salió aquella hechicera Barcelona, aka Everyone's Favourite City. 22 años más tarde, pasa lo de la Barceloneta.

(A Peret le pusieron capilla ardiente en el ayuntamiento de Barcelona.)



jueves, 11 de septiembre de 2014

Cuando la fiesta nacional...

...yo me voy a la playa igual.

Otros años me fui al cine (como sucedió en 2001, que vi programa doble y desconecté del mundo mundial hasta que me llamó una amiga por la noche y así me enteré del nine eleven). Este año cambio de plan y me voy a la playa huyendo de los fastos del Ara És L'Hora Del Raca-Raca 1714-2014.

Resulta que en Sitges, que es donde voy, no sólo es la fiesta nacional: también, como cada septiembre, estamos en plena semana osuna, o sea, dedicada al tipo de gay gordo y peludo que se da en llamar oso. Y ahí los veías, a los osos, pareados y no, también en la playa familiar mezclados con los niños y las pelotas.

Y para celebrar un día playero fantástico rodeada de gentes de diverso pelaje y diversa nacionalidad hablando diversos idiomas y disfrutando del día en un mismo espacio, la playa de Sitges, aquí van unas melodías internacionales de ayer y anteayer relacionadas con la playa.















domingo, 31 de agosto de 2014

Canciones para un verano monocanción

Algunos momentos musicales de mi verano particular 2014, y dejémonos del plasta del Enriquín:

El Mesías. Me lo estoy aprendiendo. Me he acordado de la madre de Georg Friedrich varias veces: la pieza es difícil hasta decir basta. Pero bueno, quieres caldo toma dos tazas, sarna con gusto, and the glory of the Lord shall be revealed. 



Lo más parecido que ha habido para mí a canción del verano 2014 ha sido la de un anuncio de chicle. Estos son unos franceses que hacen punk de garaje (déjà écouté, pero igualmente); su disco de debut, de este año, comienza con este tema con título de año revolucionario:



Varias en Portugal. Hay una "radio Amália Rodrigues", en serio. Cuando la pillamos, salió esta versión de un tema italiano:





Me vuelve a parecer que la música portuguesa es esa gran desconocida. Esto se parece más a Dylan que a Amália; el que lo canta no es precisamente un recién llegado.



Más en portugués, pero del otro lado del charco: la historia de un ratón que se quería casar, coincidiendo con que tuvimos boda sorpresa.



En un idioma primo hermano, el gallego, oí una vez en Radio 3 esta especie de maridaje galaico-brasileiro en forma de versión de Andrés do Barro.





Esta la pillo en una emisora portuguesa normal (normal, no cool de Estambul).



Y la canción de la anécdota del libro musical del verano, que era una historia de la música (y la cultura) disco que nos viene con el discurso de "se hizo comercial y mainstream y se acabó la gracia" (pues vale, señor Cool de Estambul), pero el señor Cool de Estambul, aparte de ser un hacha para describir la música con palabras, nos recuerda una famosa anécdota de Chic, que se llamaron Chic porque eran fans de Kiss (los de las caras pintadas) y Chic es Kiss al revés.

(Los Kiss de las caras pintadas tienen una canción con cierto toque disco, ahora que lo pienso.)



Es nochevieja en el Nueva York del año del punk, el apagón y el Hijo de Sam, 1977. Bernard y Nile alias Chic han quedado con Grace Jones para colaborar con ella en el Studio 54, la discoteca de moda famosa en el mundo mundial. Ellos están encantados, vestidos de marca para la ocasión, y resulta que no están en la lista de invitados, no les dejan entrar por mucho que insistieran, que insistieron mucho, y, para colmo, Grace Jones como que se olvida de ellos, o, por lo que sea, no se enteró de la movida. Fuera, Nueva York, nochevieja, está nevando. Bernard y Nile, tras esperar y esperar y encontrar que se iban a quedar en la puta calle, con sus zapatos de marca empapados de la nieve, deciden pertrecharse de champán, marihuana y cocaína y pasar la frustración en casa. Donde empiezan a liarse con una jam en la que se ponen a tocar y a cantar "que le den al Studio 54". En un momento dado, Bernard le dice a Nile que, ostras, la música no está nada mal, y cambian el "fuck off" de la letra original por "freak out": nace un bombazo de la música negra estadounidense de la segunda mitad del siglo XX.



Y en el siglo XXI... pues también hay quien nos alegra la vida. Pony Bravo, por ejemplo, y reiteradamente.



PD Kate Bush vuelve a los escenarios tras 35 años. Se ha hartado de ver demasiados dispositivos electrónicos desde el escenario. Se comprende. Ver caras y cuerpos de fans mola mucho más.



viernes, 29 de agosto de 2014

Un verano monocanción

Este verano ha sido especialmente entretenido, es un decir: seguro que me olvido de algo, pero nos ha traido la barbarie yihadista, el enésimo capítulo del conflicto árabe-israelí, el ébola, el suma y sigue de Ucrania, el veto ruso a los productos europeos, lo del chico de Ferguson, Jordi Pujol y familia, el pederasta de Ciudad Lineal, Mariano y Angie-I-Still-Love-You en el camino de Santiago, María Teresa y Bigote en las portadas de la prensa rosa.

Mireia Belmonte y las deportistas (chicas) campeonas de Europa, como cantaban las de waterpolo con la melodía (el riff, de hecho) de una cuyo autor seguro que no contaba con que se convertiría en un himno futbolero y deportivo.



Necrológicas: Lauren Bacall, Robin Williams (Robin, no Robbie: se han confundido unos cuantos, entre ellos, se dice, Mariano.)



En lo que respecta a música, aparte de quedarnos sin Ramones originales (y con una película ramoniana de Scorsese en proyecto, cielos)...



...y de que Peret está de parranda, tomando cañas...



...este ha sido un verano sin más canción del verano que esa cosa de "yo quiero estar contigo, vivir contigo, fol... esto... bailar contigo..." Coincide que este es el primer verano sin MTV en el TDT, pero da igual: acaban de pasar los premios de la MTV y resulta que el "vídeo del año" es del año pasado.



A falta de vídeos de la MTV, nos queda La Función Pública (Radio 3), particularmente el programa "180º" , con las novedades pop-rock y la sensación de déjà vu (déjà écouté, más bien) que dejan las canciones, por muy monas que puedan ser. Para colmo, el 180º acaba agosto con la escucha íntegra del muy ramoniano y muy superventas Dookie, it was 20 years ago today.



O sea, sin novedad en el frente: antiguos pero modernos, business as usual.



Por lo demás, en Burgos, tanto el Tablero como el Vagón parecían que estaban de crisis: lo más exótico del Tablero era la cantante de los madrileños Freedonia...



...y en el Vagón todo el cartel era de Burgos. No faltó el blus, con los veteranos del blus de Burgos. Esto es del año pasado pero lo de este año fue lo mismo.



O sea, que musicalmente, el verano no fue tan entretenido. Pero sí hubo momentazo: Lauryn Hill en el Rototom. (Rapael haciendo de Rapael en el Sonorama con el público del Sonorama coreando su nombre y Radio 3 llamándole de "puto amo" para arriba parece un signo de la estandarización de algo, el indie, que nunca debiera hacerse estándar, que por algo lo llaman indie.)

Aquí Lauryn en el Rototom. Viendo su concierto se me ocurre a) que la banda no está a su altura (faltan vientos, sobra ramalazo rock progresivo), b) que Lauryn Hill es la Nina Simone del siglo XXI, c) que Lauryn Hill tiene todo el sentido del mundo en el Rototom, y no precisamente porque sea madre de cinco nietos de Bob Marley, d) que se ha pasado con tantas versiones del abuelo de sus cinco hijos mayores, y que e) a pesar de todo (divismo, retraso, piel de cebra, rock progresivo), Lauryn sigue siendo una artista fantástica.



miércoles, 25 de junio de 2014

"Alabama, Arkansas..."

Pasa el día de la música, y el de la verbena de San Juan. En la verbena de San Juan suenan Pitbulls, Shakiras y Rihannas (había adolescentes, y eso era lo que oían). En el día de la música, además de enterarme del fallecimiento de Gerry Goffin, el que compuso temas de lo que se podría llamar el great pop-rock American songbook con quien fue su mujer, Carole King,...



...y Horace Silver, realmente Silva, de padre caboverdiano...



...hago el concierto de fin de curso con mi coro de barbershop, que reside en Madrid.

Exageraba cuando me preguntaba en el post anterior si, con la excepción del enganche al whatsapp y demás tecnologías de información, comunicación y prácticamente todo lo demás, lo que pasaba en el siglo XXI era realmente del siglo XXI. Algo que pasa en el siglo XXI que no pasaba en el XX: en el siglo XXI, el tren es de ricos y el avión es de pobres.

Otra cosa que pasa en el siglo XXI y no pasaba en el XX: En el siglo XX, alucinaba oyendo a los Who en un Simago. En el siglo XXI es supernormal (más normal y lo llaman normcore: otra cosa del siglo XXI, etiquetar la normalidad más anodina como tendencia de moda megacool de Estambul) oir a bandas como Arcade Fire en supermercados como el Condis.

De hecho, Arcade Fire suena en el playlist de la aerolínea que me lleva a los ensayos del coro de barbershop en Madrid. Eso sí, la aerolínea, que desde su inauguración hace ya 10 años ha ido de megacool de Estambul (low cost, que es lo más megacool de Estambul en el siglo XXI junto con lo de sharing, que decirlo en inglés es más cool de Estambul que decir compartir), la aerolínea, digo, no es precisamente el Condis.



Tantos vuelos a Madrid ha habido este curso que, si continuara con las recopilaciones del curso que me hacía en cinta cassette, caerían canciones del playlist de la aerolínea en la del curso 2013-14, al igual que (si mal no recuerdo) cayó Mozart en el mismo curso 1993-94 de la nirvanada infernal, it was 20 years ago today: en el tren de cercanías que me llevaba a Manresa, donde daba clase de inglés a maestros, ponían un maxmix de música clásica.



Aquí otras del playlist de la aerolínea:











Pero por alguna razón X, si asocio una canción a la aerolínea de manera tan inmediata como "Eine kleine Nachtmusik" al cercanías de Manresa, es esta:



Alabama Arkansas: Barcelona Burgos, más bien. Ya tengo entretenimiento veraniego en Burgos: aprenderme el Mesías, que lo voy a cantar. Lo cual es realmente mucho entretenimiento.

And the glory of the Lord shall be revealed.

Feliz verano.



jueves, 19 de junio de 2014

Siglo XX

El día en que ganó La Roja (la chilena), oí el Siglo XXI. Hacía muchísimo que no lo oía: me sigo echando más a la radio que al podcast, más por comodidad que por edad, y el programa lo ponen en horas asaz laborables. El Siglo XXI es un programa de Radio 3 que comenzó emitiendo sonidos muy poco trillados, tendencia maquinera, a finales del siglo XX; hubo quien llamaba entonces a la música electrónica "música del siglo XXI", probablemente a cuenta del programa, y recuerdo haber oído o leído a alguien que decía que lo que ponían en el Siglo XXI era realmente música del siglo XX (es decir, música del presente, no del futuro): eso en aquellos tiempos en los que la música de tendencia maquinera era digamos que rarita.

Pues ayer, en pleno siglo XXI, oigo el programa, y lo que encuentro es, entre otras cosas, lo último de:

1. Una banda llamada Trans Am que hace, según el locutor, "auténtico krautrock" (sic). Trans Am son tan auténticamente alemanes como el McDonalds o el Starbucks. Aquí una canción del disco que no es la que pusieron en el programa. La que pusieron en el programa sonaba a Kraftwerk.



Esto es auténtico krautrock, de los tiempos del krautrock: muchos oyentes del Siglo XXI no habían nacido aún.



2. Juan Rivas de Vigo, que colabora con Aerolíneas Federales también de Vigo (¡existen! Eran otra banda que adolecía de ramonada infernal, ya que andábamos con los Ramones; por cierto, me recuerda el Manrique que los Ramones actuaron en ¡Melgar de Fernamental, provincia de Burgos!, y en el siglo XXI las camisetas con el logo de los Ramones pululan por Barcelona: la cajera del C&A también lleva una...)



La panda de vigueses (algún Siniestro Total cae) colabora en esta especie de combinado Surfin' Safari + Rockaway Beach (maquinero, eso sí):







3. Yoshimi la de los Boredoms de Osaka, que también sigue y sigue. Esto es de 1989.



Lo último de Yoshimi lo ha hecho con su grupo OOIOO y se llama "Gamel" porque está inspirado en la música de gamelán indonesia.



4. La Video Games. Que sigue de lo más cool de lo cool en los círculos cool y por ello la meten de cabeza de cartel en un festival con Yo La Tengo y Rufus Wainwright, a celebrarse en Vilanova a principios de julio. La Video Games planeaba grabar esta canción con Lou Reed pero el tío va y las palma el mismo día de la grabación. (Esta canción no la ponen en el Siglo XXI, pero sí se comenta que van a subastar instrumentos de Lou Reed en e-Bay, eso sí, sin mencionar la palabra "e-Bay".)



Cómo me recuerda, el principio al menos, cierta canción sobre Edie Sedgwick que Andy Warhol pidió al mismo Lou Reed al que la parca impidió grabar con la Video Games. La cual canción acabó cantando Nico, cuya entrada en la Velvet Underground por obra y gracia de Warhol fue motivo de tensión con la banda: también sexual, ya que Nico se enrolló con Lou Reed "y" John Cale. Ella quería cantar todas las canciones, ellos terminaron hartos.

Y el resto del programa (Siglo XXI, se llamaba). Una a veces se pregunta qué hay de siglo XXI en el siglo XXI aparte de la proliferación y el uso generalizado de dispositivos electrónicos de todo tipo, dos papas en Roma, y dos reyes con sus respectivas reinas en España... Hasta volvemos a tener una selección de fútbol que no se come un colín.



lunes, 16 de junio de 2014

Nunca es tarde...

Recientemente ha salido la noticia de que el álbum de debut de los Ramones acaba de recibir el disco de oro en los Estados Unidos, el país de origen de la banda.

El álbum de debut de los Ramones se publicó el 23 de abril de 1976. El pasado 30 de abril, 38 años y una semana más tarde, y con tres de cuatro Ramones fallecidos a principios de década pasada, el disco alcanzó los 500.000 ejemplares vendidos que le han valido el disco de oro.

El álbum de debut de los Ramones comienza con este tema tan emblemáticamente ramoniano como el emblemático logo ramoniano:




O sea: este es el debut de un grupo cuyos trallazos rock primitivos, superacelerados, directos y sin aditivos ni florituras, donde los Stooges y los New York Dolls se funden con los primeros 60 (surf, girl groups, el Buddy Holly que se entrevé en el "Hey Ho Let's Go")...



(PD el Ricardito Valenzuela, más bien...)



...influyeron no sólo en la gestación del punk británico...



...sino en el resto del mundo mundial, desde Japón...



...hasta Brasil...



...pasando por Algete...



...y Vigo.



Eso, por no hablar de los mismos Estados Unidos: hubo mucho Ramones en el punk rock de los 80...





...sin el cual no habría habido Nirvana ni Nevermind ni consiguiente nirvanamanía en los 90...





...ni el punk melódico de Green Day y compañía. (PD Quitaron el vídeo en mi país y puse otro que pone live pero que de live nada aparte de las imágenes.)



(Ni la subsiguiente despunkificación del punk... pero me estoy yendo.)



O por no hablar de los homenajes de los que han sido objeto los Ramones por artistas de diverso pelaje, desde los speed-metálicos de allá...



...hasta los del llamado "pop llorón" de acá.



(PD O los del tecno-pop ochentero de acullá: "Johnny, Joey, Dee Dee, good times... these are the things that dreams are made of.")



Y tal álbum de debut resulta ser el único disco de oro a un álbum original de los Ramones (el otro disco de oro fue para un grandes éxitos, en 1994), y lo reciben hace nada. Lo cual es un ejemplo de que las bandas más influyentes no tienen por qué ser las bandas más superventas. Aquí una baladita del flamante disco de oro, que los Ramones eran muy vacaburras pero también tenían su corazoncito. La compuso el Ramone original superviviente, el batería de origen húngaro Tommy Ramone...



...que dejó la banda en 1978, se dedicó a producir (a los Ramones, entre otros artistas), y actualmente hace una música mucho menos vacaburra: bluegrass.