domingo, 10 de junio de 2012

De gaviotas y festivales (2)

Los pollos están levantando el ala...



...y decido que el espectáculo aviar me entretiene más que los Wedding Present performing su consabido disco del 91.

Y así, no fui al Primavera Sound de Gorra del miércoles. Qué tiernos, los pollos. Pero las gaviotas no tienen ninguna gracia, lo que se dice ninguna. Yo una vez, a punto de cruzar a la altura de la sala Apolo por la mañana, cae una paloma, chof, justo en medio de la carretera. Por encima, guaÁÁÁÁÁ, guaÁÁÁÁÁÁ, una gaviota con el pico todo sanguinoliento. Por pelos me libré de tener que ir al trabajo con tocado Lady Gaga.

Bueno, la música. Lo de los performing está de supermoda y me parece un recurso facilón. Vas con tu disco superinfluyente y lo tocas de principio a fin en el mismo orden. Nirvana performing "Nevermind". La bomba, oiga.

Esta vez, uno de los conciertos más señalados del Primavera Sound de Pago fue un performing no del "Nevermind" pero por ahí va: el de "Third/Sister Lovers" de Big Star, pero como Alex Chilton se dedica a criar malvas, pues el batería de Big Star monta un supergrupo indie y juntos hacen el performing. El supergrupo en cuestión: Ken Stringfellow y Jon Auer de los Posies al bajo y a la guitarra respectivamente, con más guitarras a cargo de Chris Stamey de los dB's y Mitch Easter de los Let's Active, y como cantantes andan Norman Blake de Teenage Fanclub, Ira Kaplan de Yo La Tengo, Jeff Tweedy de Wilco y Mike Mills de R.E.M.

Cuando yo era joven, una cosa así se consideraría una reunión de dinosaurios.



Con todo, y ya que hablamos de dinosaurios, la atracción principal a falta de Björk resultó ser the Cure, and the Cure, and the Cure, and the Cure, and the Cure, and the Cure, and the Cure, and the Cure, and the Cure...



Los oí por la radio. Pusieron la primera hora de casi tres (conciertos tan largos son inusitados en festivales: aquí las señoras marquesas a sus pies de cabeza). Tocaron hit after hit after hit after hit after hit after hit after hit...

Comentaron en la radio que los Cure no tienen discográfica y se están dedicando últimamente a pasear su historia por escenarios. Los oigo y parece los 80. Los años no pasan siquiera por la voz de Robert Smith. (Es lo que tiene la radio: no ves el careto de los chicos de la banda.) Decía Luis Hidalgo a propósito de los Wedding Present precisamente: "La verdad es que sus canciones no sonaron como antiguallas, lo que no se sabe si es un elogio al grupo o una crítica a nuestros tiempos." Me pasa eso con los Cure. Qué buenos que son. Son la mejor tribute band de los Cure del momento. Lo cual ya es triste. Lo cual no les quita de ser muy buenos. Lo cual no deja de ser triste, etc. Por lo visto, no cabía ni un alfiler. Aquí va la primera hora del concierto:



Fuera del Jurassic Park destacaron por lo visto unos tales Beach House, que como estoy out no sé quiénes son. Son estos. Me parecen indie pop del montón. No les cojo el punto.



Me decidí a dar una vuelta por el Primavera de Gorra el domingo, ya que había escenarios en la Ciudadela y en el Arco de Triunfo. El programa empezó con concierto de mediodía-vermú-picnic-siesta en la Ciudadela. Yo voy a la hora del café. Llegué al final de un concierto y al principio de otro: unos chicos con pelos y venga pelos que parecían salidos de los últimos 80 - primeros 90.



Aquí el ambiente mientras tocaban estos chicos.


Pues eso: típico domingo en el parque con buen tiempo, papás con niños chospando entre naranjos y magnolios, y gente con su fiambrera (lo que en tiempos se llamaba"domingueros"), sólo que de vez en cuando se veían camisetas de Beat Happening y Daniel Johnston y los Smiths (y una de los Cure que no parecía merchandising del concierto). Como los 80 pero con hijos.

Y con lateros. Servesa, beer.

La banda sonora del back to the 80s devino británica en el otro escenario, que aparece aquí (el escenario) en toda su primaveral plenitud. La sombra de los Cure del "Boys Don't Cry" se hace alargada.




Me fui a pasear por el parque; aparte de encontrarme con los del claqué...



...reparé en un cartel al lado del lago que explicaba las aves del parque. Creo recordar que ponía que la gaviota patiamarilla (Larus michahellis, gavià argentat en català) tiene una envergadura de unos 180 centímetros. Como un humano de los altos de punta a punta del ala. Imagínense comiendo en la terraza de un ático y semejante monstruo abalanzándose hacia la tortilla. Esto ha pasado. No tienen ninguna gracia, las gaviotas. Pero qué monos los pollos. Un día de estos, vuelan y salen ellos mismos a cazar palomas o comer tortillas.

Volví a los escenarios y ya había empezado el siguiente grupo. Me recordaban a los Vaselines. La cosa sigue ochentera.



La fiesta se trasladó, con retraso típico festivalero, al Arco de Triunfo. Mira tú qué sitio más festivalero. Muy parecido al Fòrum: amplio, mucho cemento, poco verde, poco asiento aparte del suelo. Y para hacerlo más festivalero, empieza a lloviznar.

Lo que pillé fue nacional. Empezaron unas que por lo visto son asturianas pero podrían ser de Burgos o Segovia porque tocaban jotas castellanas. Vale, mucho Marine Girls, mucho Young Marble Giants, mucho Vainica Doble, pero eran unas joteras con unas castañuelas, una botella de anís y una líder que iba de tontita, por cierto. Pero se les ha de reconocer la osadía de convertir a la jota a los hipsters. Bravo.



La cosa vuelve a la normalidad indie made in Spain con Joe Crepúsculo. Y se me ocurre: ¿por qué diablos tienen que cantar los rockeros en España con esa voz aguardentosa? ¿Se creerán más auténticos? Para empezar, así no se llega a Robert Smith de mayor, aparte de que no es sano. Por lo demás, tampoco le cojo el punto: me parece una versión modelnilla de la Maldita Nerea o grupos así. La gente (unos cuantos, muy jóvenes) coreaba sus canciones con pasión. No hay vídeos del concierto, ni tampoco del de Nacho Vegas, que vino después; no se le entendía, la lluvia amenazaba más, y una es vieja y trabaja los lunes por la mañana, así que me fui.



Nacho, que lleva en ello mil años (bueno, desde los 90), comenzó con su single de 2011.



Al final, mientras estamos a punto del rescate, el Primavera crece y crece. Ahora tiene lugar el Primavera Sound de Oporto. Me alegro de que haya un negocio que vaya bien, para variar. Con o sin dinosaurios.

La semana que viene, el Sónar.



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