viernes, 21 de diciembre de 2012

El post del día del fin del mundo

It's the end of the world as we know it, and I feel fine. (Ya la he puesto.)


El mundo no acaba, pero sí acaba 2012 y como estoy muy out me miro listas y me he tropezado con algunos discos. Por ejemplo, el de debut de Alt-J, una banda de Leeds que ganó el premio Mercury este año. No me sale su otro nombre, Δ, con esta combinatoria en mi ordenador, y eso que es un Mac con sistema operativo X, aunque está superobsoleto. A primera audición, me encuentro a) con que también caen en el ya comunísimo lugar común de comenzar el disco con una introducción (ya les vale a todos con tanta pretensión, ¡que es pop!) y b) con cositas de este tipo: una melodía tan genérica que me quiere sonar para que luego me salgan con un ruidito da-da-da-da que me desubica. No es exactamente un flechazo, pero cualquier música que me desubique es muy bienvenida.



Bueno: de hecho, sí ha habido un flechazo. La segunda del disco: el primero de tres interludios (repetimos: una introducción y tres interludios). Es una a cappella. Si es que en el fondo soy una clasicorra.



Por lo demás, entre reedición y reedición, encontramos en el top 5 del Metacritic unos californianos que te llevan a terrenos conocidos desde hace ¿cuánto, 20 años, 30, 35?, pero que vienen bien vitaminados y mineralizados.



El número uno de la lista ni es reedición ni es pop-rock-electronic-urban-o-equis. Es un disco de jazz de este año. Cuádruple, de hecho. No anda en Spotify, ¿de momento? Parece ser que el tipo dedica cada tema a un hito del movimiento de los derechos civiles de los negros norteamericanos. Aquí un fragmento del tema de Rosa Parks, la negra que se negó a ceder su asiento a un blanco en un autobús en la Alabama de los 50. Recuerda pelín bastante a Miles.



Pasamos a la sección guarrindonga: Lana del Rey vuelve en invierno anunciando a los cuatro vientos que su parrús sabe a pesicola. Se lo dijo su novio. Pues vale: a otros se les hace el culo ídem y no lo anuncian a los cuatro vientos...



Algo más cercano: Salió el último de Estrella Morente, en el que su padre Enrique estuvo metido de hoz y coz: de hecho, hay un emocionante dúo con él por soleares, y aparecen juntos en la portada.



Oigo la primera del disco. Me gusta ella, no tanto el fondo que le plantan. Resulta que el del fondo que le plantan es Michael Nyman, el de las bandas sonoras de las películas de Peter Greenaway. Hay otros colaboradores (entre los cuales, Paco de Lucía, Pat Metheny, Tomatito o los Carmona, entre otros). Estrella sigue participando en varios rotos y descosidos (no sólo flamenco), con mayor y con menor fortuna, aunque me sigue gustando su cante mucho mucho. Esta es una de las de la "mayor fortuna": otra de las flamencas, por bulerías.



Y, para acabar, algo que no es precisamente de 2012: si han considerado el "Chirpy Chirpy Cheep Cheep" una de las peores canciones de la historia, aquí está la versión de La Terremoto.

No la de Alcorcón: la primigenia, que es de Barcelona y allí se la ve haciendo el pichipi-chipi-chipi chi-pi por rumba catalana justo al bell mig del monumento a la sardana.

Feliz navidad.



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